En los últimos días un tema de conversación ha sido la aparición pública de una mujer que a manera de medusa nos dejó petrificados con la desfachatez de su mensaje de autoinmunidad ante delitos a ojos vistos, lo que la hace beneficiaria del círculo de poder en México, y no una víctima de sus detractores.

Imposible practicar la compasión con una persona como ella que ha burlado las leyes y el sentido común de la congruencia. De cuna modesta y en conocimiento de lo que significa ser profesora en un medio rural por la experiencia que tuvo su madre, hoy detenta un gran poder político que no fue mermado por los años de cárcel.

A la par del poder cuenta con millones de dólares en su haber en propiedades que no pudieron ser heredadas por medios convencionales. El origen de ese dinero lo conoce ella muy bien, que sin duda es una mujer de gran inteligencia.

¿El sistema necesita de Elba Esther Gordillo para asegurarse de que los maestros estarán controlados?

¿Para quiénes fue un triunfo la anulación de la Reforma Educativa?: ¿para los jóvenes maestros con aspiraciones reales de potenciar sus conocimientos para lograr espacios mejores?, ¿para maestros que no estaban dispuestos a pasar por una evaluación?

Por un lado, los maestros son incomprendidos por la sociedad, pues no se valora su esfuerzo e importancia profesional además de ser presionados por la propia estructura magisterial con exigencias de llenar un sin número de formularios.

Los maestros no son profesionistas que reciban ingresos acordes con el delicado propósito de su trabajo.

Por otro lado, los líderes sindicales que ostentan la representación política de los maestros no sufren la economía que padecen sus representados.

Y ahora ante la sorpresa de muchos, la sempiterna lideresa que con voz en cuello reclama que le digan maestra resurge sin mácula alguna en el justo momento en que se aborta una reforma que pudo haber sido depurada con el compromiso del Gobierno federal de elevar realmente la calidad profesional de los maestros y sus condiciones de vida.

Hay quienes subrayan la pérdida económica que significan los más de 50 mil millones de pesos que se habían invertido en la fallida Reforma Educativa, pero los grandes perdedores son los educandos, pues de acuerdo a la OCDE los estándares de la educación básica en México no son los óptimos.

El caso del resurgimiento de Elba Esther Gordillo entre bombos y platillos es una aberración. Probablemente tiene alguna enfermedad, pero no física porque se le ve muy bien.

Cuando se repite una mentira muchas veces, puede pasar como una verdad si no se tiene la fuente original de la información y hay personas que son refractarias ante la realidad y creen que son exactamente lo contrario de lo que se piensa sobre ellos.

Resulta ahora que esta mujer grita que es inocente de los actos de corrupción que le achacaron sus perseguidores políticos. Imagínenla ahora ofreciendo conferencias sobre ética y anticorrupción a los jóvenes mexicanos. ¡Esto sigue siendo México!