Verónica Langer, y la química de las flores
¡No te la pierdas!
2da temporada de ‘Rosario Tijeras’
Azteca siete y TNT
A partir del 27 de agosto
22:30 hrs
Elegir a un personaje es como un flechazo, como amor a primera vista. Así lo considera Verónica Langer, actriz de origen argentino nacionalizada mexicana, quien cuenta con una amplia carrera en el país, que abarca desde las telenovelas, el cine y ahora Netflix. Ella interpreta a Carmelita en “La Casa de las Flores”, la serie del servicio de streaming creada por Manolo Caro, que narra el drama de la familia De La Mora, muy al estilo de las producciones televisivas antes mencionadas, según opinión de algunos. Conocedora de ambos mundos, para Langer trabajar en estos ámbitos es igual, en el sentido práctico de la actuación, sin embargo, sí considera que la calidad de las nuevas series es muy diferente. En plática con VANGUARDIA, explica que lo más importante es que exista química con su personaje. Es así como ha logrado ganarse dos Arieles, el primero por la película “Miroslava” (1993) y el segundo por “La Caridad” (2016).
En esta última cinta trabajó con el director Marcelino Islas Hernández, junto a quien también acaba de realizar “Clases de Historia”, la cual todavía no tiene fecha de estreno. La que sí tiene fecha es la segunda temporada de la telenovela de TV Azteca, “Rosario Tijeras”, donde también trabajó, la cual llega a finales de agosto. Por lo pronto, la actriz está contenta de que “La Casa de las Flores” esté generando tanta conversación. “Creo que la están viendo aunque yo no se los pida”, dice, “porque está impresionante la cantidad de gente que hace comentarios”.
-¿Cómo fue trabajar con Manolo Caro y qué opinas de las series de Netflix en general?-
“Fue muy padre. Él es una persona muy creativa, muy propositiva, cuida mucho el trabajo, si hay algo que no le gusta definitivamente lo expresa. Y sobre todo que se divierte, le gusta mucho su trabajo y lo disfruta, entonces también uno lo disfruta con él. Y de este nuevo formato de series, ¿qué te puedo decir?, que llegaron para quedarse. Están funcionando muy bien, yo estoy impresionada de cómo ha reaccionado la gente a ‘La Casa de las Flores’, me parece impresionante, todo el mundo está feliz. Les ha gustado muchísimo y creo que es un formato mucho más acorde a la época, no tan denso y largo como una telenovela, es mucho más ágil y con muchas más facilidades de visualizarlo”.
-¿Hay diferencia en trabajar aquí y hacerlo en televisión tradicional?-
“En un sentido es lo mismo. Como actor, se trata de actuar. En otro sentido, creo que sí hay más tiempo, más cuidado, porque muchas veces en aquel entonces las telenovelas se hacían realmente muy al vapor. Uno grababa, no sé, 20, 30 escenas en un día, o qué sé yo. Aquí se acerca más al formato de cine, que es con mucha más calma. Hay más cuidado en todos los sentidos, en la foto, en la parte de arte y también en la parte de actuación”.
-¿‘La Casa de las Flores’ busca rendir homenaje a las telenovelas o trasladarlas a Netflix?-
“Yo siento que en la trama se juega un poquito con eso. ‘Sutana es hija de Mengano y entonces no sabía…’ todo ese tipo de conflictos que eran muy frecuentes en las telenovelas, de enredos familiares. Y bueno, fue un formato que la gente siguió por muchos años, tampoco se trata de renegar de él, simplemente es entender que estamos viviendo un nuevo tiempo y también tiene que evolucionar. Todo esto tiene que ir cambiando y de hecho lo está haciendo, sin pedir permiso un poco. Pero lo demás tuvo muchos años de vigencia, entonces también está padre homenajearlo, como tú dices”.
-A veces muchas producciones mexicanas utilizan la sátira para burlarnos de nuestros problemas-
“Por supuesto, yo creo que de eso se trata. La comedia es importante para eso, yo creo que el cine en general es una herramienta crítica y la televisión. Por ejemplo ‘La Casa de las Flores’ sí es en un tono de sátira, de burla, con un montón de situaciones familiares, de prejuicios, de tabús. Es ponerlos en la mesa para que, finalmente, te rías y también piensas en lo que te está pasando o lo que te rodea, en fin, personas cercanas o no tan cercanas. Yo creo que definitivamente una de las funciones del arte en general es reflejar todo por lo que está atravesando la sociedad. Reírnos de nuestros defectos, sino estaríamos muy tristes. Si no nos reímos de nosotros mismos, estaría fatal”.
-¿Qué es lo que más disfrutas de ser actriz y cómo decides dónde quieres trabajar?-
“Esto es una especie de conjunto de cosas. Que esté padre el proyecto en sí, que te guste el personaje, creo que hay una química muy inmediata con el personaje. La primera lectura, que a veces es un poco rápida y un poco superficial, pero ya desde ahí con la química es donde tomas un poco la decisión, inconscientemente. Luego se van agregando todos los demás factores, el director, la producción, los compañeros, todos son atractivos que van sumando. Y los tiempos, qué sé yo, mil cosas que van haciendo que uno esté en un proyecto final. Pero creo que sí mucho es el personaje y después el director”.
-¿Hay algún personaje de tu carrera que recuerdes con más cariño?-
“No pues la verdad es que ya son muchos. Por ejemplo, de tele, recuerdo mucho Rosario de ‘Mirada de Mujer’, la mamá de ‘Soy Tu Fan’, Marta. Recuerdo también personajes de cine, el de ‘Hilda’, ‘La Caridad’, la mamá de Miroslava, que fue uno de mis primeros papeles, donde tuve que aprender checo, cantar en checo y una serie de cosas que fueron un gran reto en ese momento. No sé, muchos la verdad. Lo bueno de esta carrera es que cuando estás en algún proyecto te parece que es el más importante, después resulta que uno importa más que el otro y así, pero bueno yo creo que cada proyecto uno lo hace con mucha ilusión. Claro, unos más que otros, te soy sincera, pero finalmente hay un poquito de ese gusto cada vez, o debe haber al menos. Ya si no, pues mejor nos dedicamos a otra cosa”.
-¿Cambió tu carrera cuando ganaste tu primer Ariel por “Miroslava” (1993)?-
“Yo creo que no hay que pensar mucho en eso. Por un lado no hay que pensar en ellos (los premios), pero si llegan es una gran alegría, una gran satisfacción. Y bueno sí, de alguna manera sí es un impulso para tu carrera y te ayuda. Tampoco es determinante, pero a la vez te ayuda, creo que es un poco esa doble situación. Yo creo que todos somos muy felices cuando nos dan un premio, hay gente que dice que no, pero no sé, creo que el 90%. A mí, por lo menos, en lo particular, me da mucha alegría cuando alguien reconoce tu trabajo. El Ariel es de la misma comunidad cinematográfica, es por una votación, entonces recoge un poco el sentir de los que hacemos cine, de la gente de la Academia de Cine, entonces pues más aún. Aunque un premio de los periodistas también uno lo agradece muchísimo. Finalmente es como que te dan una palmada en la espalda, ‘ahí la llevas, lo estás haciendo bien’. Se pone uno contento, es la verdad”.
-Ahora que recordaste a tus personajes, ¿tienes algún director favorito con el que más te haya gustado trabajar?-
“Te mencionaría, por ejemplo, a Antonio Serrano, cuando hicimos ‘Mirada de Mujer’, que fue una experiencia súper interesante. Fue hacer la tele de otra manera, me parece que es un gran director. También a Mariana Chenillo, con quien hice (la película) ‘5 Días Sin Nora’, una chava que en ese entonces era muy joven. Era muy, muy, muy cuidadosa. Me ha tocado mucho trabajar con jóvenes, hacer varias óperas primas y la verdad es que está bueno porque son chavos que les ha costado tanto llegar a hacer su película, que ya cuando la hacen tienen todo muy claro, están muy emocionados. Últimamente con Andrés Clariond, que hice ‘Hilda’; con Marcelino Islas que hice dos películas, una que todavía no sale que se llama ‘Clases de Historia’ y ‘La Caridad’, por la que me dieron el Ariel a Mejor Actriz. Pues, ¿qué te digo?, la verdad ya tengo una carrera muy larga, son muchos directores, mucha gente. También directores de teatro padrísimos, gente maravillosa, Julio Castillo, gente con la que me tocó trabajar hace ya muchos años. Los directores, cuando son buenos, te dejan una experiencia de la que aprendes un montón. Hay directores que son realmente maestros, porque como actor lo que tienes es que acoplarte un poco a lo que él quiere, lo que pide el proyecto y eso te hace crecer. Son experiencias muy buenas”.
-¿A lo largo de tu carrera notas algunas diferencias o similitudes en la forma de hacer cine en el país?-
“Cuando yo empecé el cine estaba como bastante de capa caída. Yo creo que en los últimos años ha ido aumentando la producción, hay muchas más películas, se hacen muchas más cosas. Creo que en este momento hay una gran diversidad, que antes no había, ahora se hacen muchos tipos de cine. Creo que en ese sentido México está en un momento bastante bueno para el cine, porque hay mucho cine de muchas clases. También hay actores de comedia romántica, o cine, entre comillas, más de arte, y hay otros que un poco navegan en todas las aguas. Puedo hacer algo como ‘La Casa de las Flores’ y puedo hacer algo como ‘Hilda’, creo que también se han roto estas clasificaciones muy rígidas. Porque antes era ‘o es actor de tele o es actor de teatro’ y era muy difícil salirte de esos encasillamientos. Te catalogaban muy rápido, ‘no le llames porque hace teatro y nunca puede’, cosas así. Pero estamos en un momento en que se ha abierto todo eso, es un momento rico. Todavía falta, por lo menos en el cine, el renglón de la distribución, es donde tenemos más fallas, problemas, donde poco a poco se tiene que resolver ese tema. Hay una producción enorme y poca llega a las pantallas”.
-¿Esperas algún cambio en ese sentido ahora que comience el nuevo sexenio?-
“Yo espero que sí haya cambios. Para empezar, cosas como que se respete el tiempo en pantalla, cuando actualmente no se respeta, es la verdad. No sólo se respete, sino que se incremente y haya más apoyos para hacer cine. Que haya un cine que toque todo tipo de temáticas. Yo estoy segura que sí va a haber muchos cambios y muchas mejoras también”.