John A. Gotti conocido como “Junior” fue líder de la mafia familiar Gambino desde 1992 a 1999 después que su padre, John J. Gotti fuera enviado a prisión.  Lichtman, es conocido por haber logrado que este esquivase la cárcel al declararse nulo un juicio en el que se enfrentaba a varios cargos por crimen organizado.

Según los fiscales federales, Gotti Junior se hizo cargo de las operaciones familiares en 1992 recibiendo las ordenes de su padre desde la cárcel. Para no cometer los errores de su padre, John optó por mantener un perfil bajo y una forma reservada de hacer negocios.

En 1997 el Buró Federal de Investigaciones (FBI) encontró una lista mecanografiada de los nombres de cada uno de los miembros de su organización, además de 348 mil 700 dólares en efectivo y pistolas. También, se encontró una lista de varios hombres que fueron reclutados en otras familias.

Un año después, Gotti fue acusado por la Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas misma que nace principalmente, en contra de la extorsión de la mafia americana y contra las actuaciones criminales dentro de los sindicatos. Muchos de los cargos que se le atribuyeron estaban relacionados con intentos de extorsión a un club de striptease en Manhattan.

En 2004, meses antes de ser liberado de la prisión, John fue acusado de 11 cargos por supuesto complot para secuestrar a Curtis Sliwa, fundador de los Ángeles Guardianes, así como fraude de valores, extorsión y usura.

Jeffrey Lichtman fue considerado un “genio legal” por superar tres veces los juicios de su cliente John A. Gotti por los delitos de fraude e intento de secuestro.  

La estrategia del abogado Jeffrey Lichtman, incluía que Gotti admitiera que había estado involucrado en la familia criminal Gambino en la década de 1990 y que en esta habría sido designado para dirigir la organización afirmando que, después de su condena en 1999 había dejado la vida criminal. El jurado terminó estancado con los cargos por lo que decidieron cerrar el caso, dejando libre a John A.

Recientemente Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera ha solicitado al abogado Lichtman para su defensa. Para este caso, los expedientes van de 2001 a 2013 y donde se le acusa de delitos como delincuencia organizada, delitos contra la salud, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y uso de recursos de procedencia ilícita.

En Estados Unidos Guzmán Loera enfrenta acusaciones en cortes federales de California, Nuevo México, Texas, Illinois y Nueva York. Los cargos que se le atribuyen son relacionados por delitos relacionados a actividades del narcotráfico.

En 1995 se le acusó de conspiración para importar cocaína y por lavado de dinero. En 2009 por cargos de narcotráfico en el distrito de Illinois en Chicago y las más recientes en 2012 cuando se le acusó de 14 cargos federales entre los que se incluye el delito de la supervisión de contrabando de miles de kilos de mariguana y cocaína en territorio estadounidense.

Para el caso del Chapo Guzmán, el despacho de Jeffrey sustituirá a los defensores de oficio que hasta ahora lo han representado, a pesar de que esta semana fuera informado que el juez del caso no puede garantizar que el defensor pueda recibir sus honorarios por presunta procedencia ilícita.

A diferencia de lo que sucede en México, en Estados Unidos los abogados penalistas deben tener el consentimiento del gobierno para representar a personas cuyos bienes son o pretenden ser incautados por las mismas autoridades. Esta es la posición en la que se encuentra Joaquín Loera.

En contraste, le ha costado a el Chapo encontrar quien lo defienda de manera particular en aquel país, pues es muy difícil que su caso concluya con su libertad. Las acusaciones contra el líder del cártel de Sinaloa se castigan en Estados Unidos con cadena perpetua.