La pereza mata; el Homo erectus pudo extinguirse al regirse por la ley del menor esfuerzo

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La pereza mata; el Homo erectus pudo extinguirse al regirse por la ley del menor esfuerzo

El Homo erectus fue una especie longeva, pero no lo suficiente para sobrevivir hasta nuestros días. Foto: Museo Nacional de Historia Estadounidens
En la desaparición de estos homínidos de la faz de la Tierra, la flojera jugo un papel muy importante

Un millón de años parece mucho tiempo. Sin embargo, en términos evolutivos fue apenas un suspiro. Este fue el tiempo que el Homo erectus caminó sobre la Tierra y su desaparición se dio debido a una razón tan simple como al hecho de no esforzarse demasiado para elaborar sus utensilios.

Este hecho fue revelado por arqueólogos de la Universidad Nacional de Australia, luego de analizar artefactos obtenidos en una excavación ubicada en Saffaqah, Arabia Saudita en 2014, los cuales habrían pertenecido a grupos de Homo erectus que habitaron la zona hace miles de años.

Los investigadores notaron que los instrumentos encontrados eran de muy mala calidad y resaltaron que sus creadores pusieron el mínimo esfuerzo posible en ellos, a comparación de otros que datan de la misma época.

De acuerdo con el estudio, los fabricantes de las herramientas ni siquiera tuvieron cuidado del tipo de material que usaban y básicamente tomaron lo que veían a su alrededor sin poner mayor empeño, publicó FayerWayer.

La teoría surgió a partir de una excavación realizada en 2014 en Arabia Saudita. Foto: Pixabay

“Para hacer sus herramientas, usarían cualquier piedra que pudieran encontrar en su campamento, que en su mayoría eran de baja calidad en comparación con lo que otros creadores de herramientas de piedra lograban hacer”, dijo al respecto Ceri Shipton, miembro del grupo de investigación.

La pereza del Homo erectus radicó en su ubicación geográfica, la cual contaba entonces con todos los recursos naturales posibles, lo que pudo orillarlos a esforzarse menos para sobrevivir, en comparación con otras especies.

Por otra parte, el hallazgo cercano brindó más evidencia para confirmar la pereza de estos homínidos. En una colina cercana a la excavación se logró identificar piedra de mejor calidad que la que se usó para las herramientas y solo había que escalar un poco para acceder a ella. Sin embargo, el Homo erectus, prefirió ahorrarse el esfuerzo.