Fue “La leyenda de los Nahuales” de Josué Almanza la encargada de dar comienzo a esta semana de teatro.

Flor Magallanes, Coordinadora de Teatro de la Secretaría de Cultura del Estado de Coahuila comentó que de las nueve obras a presentarse del 11 al 15 de agosto —originalmente eran 10 pero la puesta “Thelma, la mujer de todos” fue cancelada por decisión de la compañía productora— se elegirán a una ganadora para participar en la Muestra Regional de Teatro, a realizarse a finales de septiembre en Tamaulipas, con otra más seleccionada como suplente.

El jurado está compuesto por Fernando Betancourt —ex-director artístico de la Muestra Nacional de Teatro—, Patricia Estrada —actriz, productora y directora, dirigió “Chimpancé, una máquina biológica”— y Hasam Díaz —dramaturgo autor de “Los pingüinos” y otras obras que se han presentado en Saltillo—, cuyo fallo se dará a conocer el día 12 de agosto a través de las redes de la SC.

Las obras ganadoras tendrán una función más cada una el 26 de agosto, a las 16:00 horas la suplente y el primer lugar a las 18:00 horas.

La leyenda de los Nahuales

Antes de que empiece la acción la vista del público es atraída al escenario, con el telón ya levantado, en cuyo centro se encuentra un árbol —un rostro toscamente tallado en el tronco y con ramas de acero—. Esta estructura hará las veces de roca, casa y hasta barco, y gracias a la inmersión que logran los artistas, el público creerá en esta magia que convierte un objeto en mil escenarios diferentes.

Aquí la imaginación es estimulada como solamente el teatro sabe hacerlo, pues a través de recursos limitados se cuentan cuatro historias diferentes, todas inspiradas en mitos y leyendas oaxaqueños.

Ganadora de la convocatoria para el Programa Nacional de Teatro Escolar, “La Herencia de los Nahuales” de Josué Almanza fue proyectada por el dramaturgo y actor saltillense Saúl Martínez, y fue con esta obra que las actividades de la Muestra Estatal de Teatro 2018 comenzaron.

En entrevista para VANGUARDIA, Saúl Martínez nos comentó que el texto llegó a sus manos por recomendación de la actriz Claudia Dithe y explicó que “me gustó mucho porque me gusta hablar sobre la magia, sobre las tradiciones y eso viene muy envuelto en este texto”.

En la historia, cuatro niños nahuales—Béelia, la niña jaguar (Andrea Galindo); Shuba, la niña ciervo (Claudia Dithe); Alarii, el niño lobo (Donaldo Duarte) y Bitsa, el niño armadillo (Guillermo Guajardo)—, escuchan en voz de su abuela Yaba (Mónica Almanza) tres historias, leyendas de Oaxaca que los mismos actores van representando.

Este constante cambio de papeles podría interrumpir la magia de las historias y confundir al público pero en especial los niños no tardan seguir la narrativa y adentrarse en lo que está sucediendo con los niños atrapados en la roca, con el Diablo que puso a prueba a un pueblo entero y los condenó y con la pirata que una mala jugada de una vaca le robó su fortuna y su inmortalidad.

La Nuevo México, allí donde quedó el ombligo

La segunda puesta de la jornada fue esta producción de la compañía lagunera En El Surco, dirigida por Martha Chávez, que hace las veces de crítica social y narración documental sobre el exilio forzado al que muchas familias se enfrentaron en esta colonia de Torreón cuando la delincuencia organizada arrasaba con el país.

Ubicada en las faldas del Cerro de las Noas, esta zona ha sido estigmatizada con hogar de la violencia y delincuencia y su autora busca a través de la obra presentar las historias de vida que logren sacar el lado humano del lugar.

La puesta en escena recurre a videos documentales, que muestran las condiciones en que se encuentra actualmente la colonia, además de presentaciones dinámicas con elementos de juegos infantiles —muñecos, maquetas con juguetes— y tradicionales —pusieron a la audiencia a jugar lotería— dándole un toque de inocencia a la cruel realidad.