CIUDAD DE MÉXICO.- Venezuela no sólo le brindó la oportunidad a Okills de internacionalizar su carrera, también le ofreció la posibilidad de enriquecer su propuesta con los ritmos e inspiración que México le puede dar.

Para Carlos García, integrante de la banda, que Okills llegara a Ciudad de México hace tres años le trajo entre otras cosas un crecimiento profesional que quizá si se hubiera quedado en Caracas no habría tenido.

"En estos tres años hemos crecido y evolucionado tanto personal como profesionalmente. Ahora nos encontramos en México, un lugar al que le tenemos un profundo agradecimiento por ser nuestra casa durante estos últimos años".

El músico considera que para el tiempo que la banda tiene de formación, ha logrado grandes cosas como andar de gira con Mon Laferte y Caloncho. Esto, dice Cesar, se debe en gran parte a que la propuesta que la agrupación presenta es distinta a lo que actualmente se puede escuchar en radio, tv e Internet.

"Nosotros siempre hemos tratado de hacer una mezcla de sonidos en los que el rock y la música tropical se unen para crear un sonido propio. Lo que hacemos está más en la línea de Los Amigos Invisibles que del pop o reggaetón, que es lo que actualmente domina la escena".

Parte de la evolución y crecimiento de la banda se podrá ver en la presentación que el grupo tendrá en el Plaza Condesa el 6 de noviembre.

"Hemos estado antes en el Lunario del Auditorio y ahora vamos al Plaza, un lugar con mayor capacidad, lo cual demuestra que nuestra propuesta está siendo bien aceptada por el público mexicano".

Carlos considera que llegar a nuevos foros y públicos siempre ha sido parte del interés profesional de la banda. Por ello, aunque hoy su propuesta es tropical, no descarta que en el futuro Okills pueda dar un giro hacia otros ritmos con los que quisiera experimentar.