El PSV e Hirving Lozano se quedaron con las ganas de levantar la Supercopa de Holanda al caer en penales 6-5 ante Feyenoord.

En duelo disputado en el Philips Stadion, resultó bastante cerrado, pues ambos cuadros se neutralizaron en la media cancha y ninguno logró imponer condiciones.

Esa fue la tónica a lo largo de los 90 minutos, y aunque el mexicano ingresó de relevo, fue incapaz de inquietar a la zaga visitante que se comportó a la altura al momento de ejercer la marca sobre los atacantes del PSV.

Desde su ingreso al terreno de juego en el minuto 58. “Chucky” estuvo insistente y salvo un par de disparos que supo controlar muy bien el arquero visitante, de ahí en adelante ya poco pudo aportar para la causa de su escuadra.

Con esas escasas llegadas, el encuentro terminó empatado sin goles en el tiempo regular para dar paso a la definición desde los once pasos, donde Lozano marcó el quinto gol para su escuadra, pero Feyenoord definió 6-5 en muerte súbita.

De esta forma, la escuadra visitante se quedó con el trofeo Johan Cruyfff y de paso le propinó su primer fracaso al técnico del PSV, Mark Van Bommel.