Usted está aquí
El perro Pickles, el héroe de Inglaterra 1966
Cada Copa del Mundo nos regala momentos especiales dentro y fuera del terreno de juego, pero ninguno como el que ocurrió en Inglaterra 66, donde un misterioso perro se convirtió en todo un héroe.
Un perro de la raza “collie” y llamado Pickles guardó su nombre en los libros de historia al ser el encargado de mantener viva la mística de la Copa del Mundo al encontrarla tras un robo en Inglaterra.
En marzo de 1966, meses antes de que iniciara el Mundial de Inglaterra, las autoridades de la FIFA decidieron que era buena idea realizar una gira con la copa por todo el país británico para que la gente se familiarizara con el evento y que todos los ciudadanos que quisieran pudieran contemplar su belleza. Esa obra de arte que había estado en manos de muy pocos y solamente los consagrados podían levantarla.
Sin embargo, el 20 de marzo, sucedió lo inimaginable: ¡La Copa del Mundo se había perdido! La Jules Rimet, como se le llamaba en aquel entonces, se encontraba en el Westminister Central Hall y un descuido de los guardias de seguirdad fue aprovechado por ladrones para robarse el ansiado trofeo.
Las alarmas sonaron y Scotland Yard tuvo una misión que parecía complicada. Recuperar el trofeo más importante del mundo.
Días después, la policía recibió una llamada de un ladrón que pedía un intercambio: les entregaba la copa a cambio de 15 mil libras, pero la operación fue todo un fracaso. La persona que recibiría el dinero fue arrestada antes de tiempo y resultó ser un intermediario y no sabía del paradero de la Jules Rimet.
La situación comenzaba a empeorar y los ojos del mundo estaban en la policía inglesa, que no podía con el caso. Entre tanta incertidumbre apareció Pickles, el collie que se convirtió en el héroe del Mundial.
David Corbett era el nombre del dueño de Pickles, y juntos salieron a dar un paseo, pero de pronto, el perro se alejó unos metros y comenzó a escarbar en la tierra de un jardín. El dueño fue a donde estaba el perro y se encontró con algo envuelto en un periódico, cuando lo desenvolvió se dio cuenta que era la Copa Jules Rimet, la misma que habían tenido en sus manos Pelé, Schiaffino, Varela, entre otros cracks del futbol mundial.
Luego del hallazgo, Corbett llamó a la policía, que lo tomó como el principal sospechoso porque su historia parecía salir de un cuento de hadas sin embargo, tras un interrogatorio se llegó a la conclusión que era real. Pickles había salvado el trofeo.
Corbett fue recompensado con 6 mi libras y Pickles recibió comida gratis durante un año, además fueron invitados a una cena que ofreció la Reina Isabel II.
Pickles murió un año más tarde, ahogado con su propia correa mientras perseguía a un gato y no pudo asistir al Mundial de México 70, donde había sido invitado.