Nación en Islandia, viene de una familia de criadores de ovejas sin embargo prefirió el deporte y ahora podría llegar a ser una figura en la NBA. 

Su nombre es Tryggvi Hinason, que no jugó basquetbol competitivo hasta los 16 años y ahí explotó como deportista. 

Durante su infancia, Hlinason ayudaba a sus padres a manejar su granja limpiando establos, pastoreando ovejas, manteniendo cercas, recogiendo heno y extrayendo estiércol.

Los vecinos más cercanos a la familia Hlinason viven a nueve kilómetros de distancia. La tienda de comestibles más cercana está a más de una hora en coche hacia el norte. Cuando una capa de nieve demasiado profunda cubre el camino hacia la granja, la única manera de entrar o salir durante días es en moto de nieve.

Durante años, Hlinason se contentó con pasar toda su vida adulta en la granja familiar al igual que sus padres y abuelos. Incluso se fue a la escuela en la segunda ciudad más grande de Islandia para aprender a ser electricista en septiembre de 2013 porque así creía que podía ayudar más a la granja.

Todo cambió unos meses más tarde cuando Hlinason decidió probar el basquetbol como una forma de mantenerse en forma. Ahí descubrió su talento para el deporte. 

Su forma de jugar lo llevo hasta España donde juega con el Valencia y este año su vida podría dar un giro de 180°.

El joven pívot del Valencia Basket tenía hasta este lunes para retirar su nombre en el caso de que las previsiones de elección fueran bajas, pero sus agentes confían en que será elegido por alguna franquicia en la segunda ronda.