Era el minuto 92 y Cristiano Ronaldo buscaba la anotación que lo hiciera notarse en el marcador y "limpiar" la pobre actuación que había tenido en la Final de la Champions League ante el Liverpool.

Pero justo cuando lanzó su disparo, un espontáneo se lanzó al campo e interrumpió la acción del portugués, provocando el silbatazo final y el único chance que pudo haber tenido en el partido.

Inmediatamente de decretarse el campeonato del Real Madrid, la prensa se dirigió al portugués, quien prácticamente puso en duda su continuidad con los Merengues, lo que enseguida encendió las alarmas en el seno del club blanco.

"Fue muy bonito estar en el Real Madrid, en unos días diré algo. El futuro de cualquier jugador no es importante”, dijo el portugués sin titubear.

Tras esto, el delantero del Madrid, ahora ganador de cinco "Orejonas" ya no siguió con la entrevista y dejó al reportero con preguntas sin contestar.