Recientemente hablamos sobre un coche considerado inmortal dentro del mundo automotriz. Se trata de un Jaguar E-Type, un vehículo deportivo que cuenta con mucha historia incluso en eventos deportivos de gran importancia. El Jaguar E-Type cuenta con la aceptación de millones de personas en el mundo, inclusive existen clubes de fans que se dedican a mostrar estas maravillas andantes en eventos y exposiciones especiales. La fama de este Jaguar ha transcendido a mayores, y un ejemplo de ello es que el pasado fin de semana se utilizó en la boda real del Príncipe Harry y la ahora Duquesa, Meghan Markle.

Pero debemos agregar algo muy importante. El Jaguar E-Type que se usó en la boda real británica no fue cualquier modelo; se trató de un coche cero emisiones, es decir, con propulsor eléctrico, un coche que, pese a su forma clásica o antigua, cuenta con la avanzada tecnología del mañana. Este vehículo es considerado una reliquia, y desde luego su valor, luego de la boda real, es realmente alto. El Jaguar E-Type Roadster serie 1.5 data del año 1968. Los ingenieros de la casa británica decidieron darle un toque especial, en este caso, salvaguardar su forma original, pero dotándolo de un propulsor que no emite ni emisiones ni sonidos.

Los detalles a nivel externo

A simple vista observamos un coche totalmente clásico. Guarda todas las líneas de 1968, como su frontal, con esos faros incrustados de forma redondeada, a los cuales los rodea el color cromo. En esa misma línea encontramos el paragolpes o parachoques delgado, cromado en su totalidad, las luces de cruce dispuestas en cada costado, y la ya conocida parrilla central con el sello de la marca, que a su vez funciona como una entrada de aire. A los costados notamos esas llantas cromadas que le generan ese toque de finura, con múltiples radios que le hacen lucir entre ejecutivo y deportivo. Las cerraduras de las puertas también son en cromo al igual que el espejo retrovisor que va del lado del conductor.

Finalizamos por la parte de atrás, con otro paragolpes totalmente cromado, pero que hace como una especie de pausa en el centro, dejando espacio para que se vea en su totalidad la placa del vehículo. Destacan las luces de freno o stop acompañadas con las luces de cruce o intermitentes. La capota del coche es de color negro y está hecha en un material resistente al sol y a la humedad.

Dentro del habitáculo

Por dentro es talvez el lugar que más nos impresiona. Los creativos de Jaguar pretendieron guardar todos los detalles para que se mantuvieran vigentes en la actualidad, sim embargo, no dejaron de poner ciertos elementos de nuestro día a día, como por ejemplo, una pantalla a color táctil, desde donde se controlarán los diferentes sistemas del coche. Guardando el modelo observamos, detrás de su volante de tres radios, unos marcadores de velocidad y revoluciones con detalles en digital, algo que le cayó de maravillas a este modelo futurista pero vestido con atuendos de la década de los 60.

Detalles a nivel mecánico

Culminamos hablando de su motor, el cual tiene la ventaja de ser ecológico. Este propulsor es nada más que uno capaz de desarrollar 300 caballos de poder, ya que se trata de una unidad de 220 kW. Posee una batería de iones de litio de 40 kWh de capacidad, esto se traduce en una respetable autonomía de más de 270 kilómetros. Este coche llega a los 100 kilómetros por hora desde cero en unos 5,5 segundos, nada mal para ser un vehículo clásico que se impulsa con electricidad.

Toca esperar para saber cuál será el paradero de este vehículo, o si en alguna oportunidad será subastado o puesto en venta directa; en todo caso será un coche muy cotizado por el uso que se le dio y por contar con la tecnología eléctrica.

Fuente: MotoryRacing