KABUL, AFG.- El ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI) a un edificio gubernamental en la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, al este de Afganistán, finalizó con la muerte de 10 personas, más los ocho yihadistas.

Además de las víctimas y los terroristas abatidos, otras 42 resultaron heridas en el ataque contra un edificio del departamento de aduanas, detalló Attaullah Khogianai, el vocero del Gobernador de la provincia de Nangarhar, de la que Jalalabad es la capital.

AGRESORES SUICIDAS

El gobierno de Nangarhar confirmó que el asalto comenzó cuando dos suicidas hicieron explotar el coche bomba en el que viajaban cerca del edificio, al que otros seis atacantes entraron posteriormente. Los seis asaltantes fueron abatidos durante la operación de las fuerzas de seguridad.

El ataque duró unas cinco horas, durante las cuales las fuerzas de seguridad rescataron a 42 funcionarios del interior del edificio.

El vocero de la Policía de la provincia de Nangarhar, Husain Mashriqiwal, precisó que fueron enviadas tropas especiales a la zona para despejar el área.

El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico en un mensaje difundido por el sitio web de propaganda Amaq, vinculado al grupo yihadista, en el que afirmó que una operación suicida con un coche bomba golpeó el edificio gubernamental, que depende del Ministerio de Hacienda.

Nangarhar, provincia fronteriza con Pakistán, es una de las zonas más inseguras de Afganistán y en ella operan los talibanes y el Estado Islámico.

Las fuerzas de seguridad afganas han luchado para combatir al grupo Talibán y al Estado Islámico desde que Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) concluyeron formalmente su papel de combate en el país en 2014, pasando a una misión de apoyo y contraterrorismo. Los talibanes tomaron el control de los distritos de todo el país y los dos grupos han llevado a cabo ataques en la capital afgana, Kabul, que en los últimos meses han matado a decenas de personas.

CRECE SALDO DE VÍCTIMAS

En las últimas semanas, varios ataques insurgentes han matado a decenas de personas en Afganistán. En abril pasado, el Estado Islámico decapitó a tres hermanos médicos en la provincia de Nangarhar, acusándoles de ser agentes del Gobierno.

En menos de un mes, 86 ciudadanos han muerto y 185 han resultado heridos en diferentes ataques a centros de registro de votantes en Afganistán desde que comenzó el proceso de inscripción el 14 de abril para las elecciones parlamentarias, según datos de la Misión de Naciones Unidas para Afganistán.