El cardenal australiano George Pell, responsable hasta el año pasado de las finanzas del Vaticano y persona cercana al papa Francisco, será sometido a juicio por acusaciones de abuso sexual, según decidió hoy la Justicia australiana en Melbourne tras meses de audiencias preliminares.

Pell, de 76 años y que como responsable de Finanzas era extraoficialmente el "número tres" del Vaticano, es el clérigo más prominente de la Santa Sede acusado en relación con el escándalo de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica.

Durante años el cardenal de la curia, que rechaza todas las acusaciones, incluso era mencionado entre los "papables".

Desde que se inició el procedimiento se encuentra en excedencia, situación que continuará por el momento, comunicó hoy el portavoz del Vaticano, Greg Burke, tras el anuncio del tribunal. Sin embargo, tras las acusaciones los analistas consideran muy improbable que regrese alguna vez a su puesto en la Santa Sede.

La jueza Bellinda Wallington consideró que hay suficiente evidencia en al menos nueve de los casos para que Pell sea juzgado. En otros en cambio el tribunal no consideró creíbles las acusaciones. El religioso debía estar presente en persona para la decisión de hoy y en su primera declaración ante el juzgado se declaró "no culpable".

Durante años el religioso, que se convirtió en arzobispo de Melbourne y más tarde de Sydney, fue acusado de mala gestión en casos de abuso sexual por parte del clero que se remontan a sus tiempos como sacerdote en su ciudad natal de Ballarat en la década de los 70.

Sin embargo, en fechas más recientes él mismo ha sido acusado de haber cometido abusos sexuales con niños cuando era sacerdote en su ciudad natal de Ballarat (1976-1980) y después como arzobispo de Melbourne (1996-2001), aunque se desconocen los detalles.

El cardenal se trasladó de Australia a Roma en 2014 para trabajar al lado del papa Francisco. Tras ser acusado solicitó una excedencia y a principios de julio de 2017 llegó a Australia para defenderse ante la Corte de Magistrados de Melbourne.

Las autoridades australianas no han hecho públicas las acusaciones concretas contra el cardenal de la curia. Oficialmente sólo se indica que se trata de casos antiguos de abusos sexuales.

El proceso comenzará este mismo miércoles, también en Melbourne, pero en un principio solo se tratarán cuestiones de procedimiento y administrativas. Pell está libre bajo fianza pero tuvo que entregar su pasaporte, por lo que no puede abandonar Australia.

El cardenal recibió la noticia de su procesamiento sin dar muestras de emoción. Estuvo acompañado de dos decenas de policías para su protección y delante del edificio se manifestaron tanto partidarios como detractores del religioso.

El papa Francisco defiende una política de tolerancia cero hacia los abusos sexuales, pero también bajo su pontificado se ha acusado a la Iglesia católica de ocultar casos. Un informe oficial señala que en Australia sufrieron abusos sexuales decenas de miles de niños desde 1950, a menudo en instituciones de la Iglesia pero también en escuelas, clubes deportivos y en los boy scout.