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‘Avengers: Infinity War’: La fórmula que nos hace amarla: Humor, acción y peligro
Ha pasado un buen rato desde que los superhéroes se volvieron asunto serio en la pantalla grande. Entre otras cosas, hemos pasado por X-Mens, Supermans, Batmans y tres Spider-Mans diferentes. El asunto fue cambiando a principios de este siglo, cuando un proyecto como el de “Avengers: Infinity War” hubiera sido una idea descabellada, casi imposible. 18 años después, es un evento cinematográfico de grandes proporciones y hasta de bastante calidad. Quién lo hubiera pensado. Hoy tenemos una película donde aparecen casi todos los grandes de los comics de Stan Lee, hecho con todo el presupuesto posible, con cuidado y maestría para balancear a tantos personajes, entregar un villano entrañable y concretar el trabajo de una década y 18 películas con la dosis justa de acción, humor y peligro real para héroes que hemos aprendido a querer.
A lo largo de lo que hoy se conoce como el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés), nos presentaron las Gemas del Infinito. Espacio, Mente, Realidad, Poder, Tiempo, cada una tiene sus distintas habilidades y se encuentra en diversos lugares. La única de la que no sabíamos nada es de la sexta y última: Alma. Thanos (Josh Brolin), poderoso titán, desea poseerlas todas para balancear el universo con un chasquido de sus dedos. Es decir, eliminar a la mitad de la vida en todos lados para evitar la inminente muerte de la sobrepoblación. Visión (Paul Bettany) tiene la de la Mente y Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) la del Tiempo, ambas están en la Tierra, por lo que el villano hará una desagradable visita que requerirá de la unión de tantos héroes como sea posible para vencerlo.
Esta es la tercera cinta que lleva por nombre “Avengers”, si bien no son las únicas que unen a varios personajes del MCU. La primera llegó en 2012, la segunda en 2015.
La particularidad de esta es que concreta su plan a largo plazo, el mayor y más ambicioso: soltar a tantos superhéroes como sea posible en una sola producción, para enfrentar a la mayor amenaza de todas. Su técnica la conocemos: darle su espacio a cada héroe por separado, para que al juntarlos el trabajo sea mucho más sencillo. Y les ha funcionado de maravilla. No sólo eso, sino que las últimas cintas del MCU son buenas por su propia cuenta. No escatiman en calidad, de tal forma que su plan es casi infalible.
Si Pantera Negra (Chadwick Boseman) y Spider-Man (Tom Holland) nos importan en “Infinity War”, es por las últimas cintas que le dedicaron a cada uno, con el sello y la particularidad que cada héroe requería. Lo mismo podemos decir de Doctor Strange, por mencionar a otro personaje post-Avengers, que sigue el mismo plan por el que ya pasaron otros como Tony Stark (Robert Downey Jr.), Capitán América (Chris Evans) y Thor (Chris Hemsworth). A eso agreguémosle a los más lejanos, los Guardianes de la Galaxia, con lo que “Infinity War” se convierte en la del elenco más numeroso a la fecha.
Los directores de esta cinta son los hermanos Anthony y Joe Russo. Ellos han demostrado sus capacidades para este tipo de cintas primero con “Captain America: The Winter Soldier” (2014) y luego con “Captain America: Civil War” (2016). En la primera crearon una poderosa cinta de acción, de gran peso para la franquicia y que sigue siendo considerada por muchos como una de las mejores. En la segunda, prueba de fuego para “Infinity War”, lograron balancear bien un conflicto donde se involucraban muchos héroes y se presentaban dos nuevos.
Su tercer trabajo los corona en definitiva y nos hace ver que los anteriores no fueron un golpe de suerte. Con todo y que fueron otros los directores y otros los filmes que desarrollaron a gran parte de este elenco, el asunto no era tan sencillo como simplemente meterlos en una película y ponerlos a pelear. Aunque sí queremos eso (y sí nos lo entregan), los Russo se van por otro lado también, con la intención de cumplir con las altísimas expectativas. En cierto sentido, rompen con todo lo que esperaríamos de una historia semejante y trascienden una trama común y corriente. Pero lo más importante: hacen un blockbuster de calidad.
La tensión y el ritmo de esta película es sublime, jugando a la perfección con tres elementos clave (“tres gemas”, digamos): humor, acción y peligro. Los primeros dos son en gran parte la clave del éxito de la franquicia y, sin entrar en detalle, la comedia es efectiva y hay secuencias de acción memorables. Donde sobresale es en el peligro, haciendo de esta cinta quizá la más oscura de todo el MCU. Thanos no es ningún villano desechable y lo vemos desde el comienzo. El trabajo de “motion capture” de Josh Brolin es fabuloso y podríamos decir que es el auténtico protagonista, el personaje del que menos sabíamos.
Villano entrañable
Siempre se ha criticado al MCU por tener villanos débiles, aspecto que han ido mejorando en sus últimas cintas. Pero Thanos, siendo el mayor, tenía que estar a la altura. En dos cosas triunfa este filme: mostrar que es un antagonista de verdad peligroso como ningún otro y dejar ver que tiene un trasfondo y no sólo es malo. En algún lado alguien dijo que esta era la primera cinta de superhéroes contada desde el punto de vista del villano y casi estoy de acuerdo. Ahora bien, la actuación de Brolin, su relación con Gamora (Zoe Saldana) y un flashback, son principalmente lo que se nos entrega. En este sentido quizá no sea suficiente y aquí entramos en el principal defecto. La cinta se divide en varias subtramas, por así decirlo, y la verdad es que algunas son menos interesantes que otras.
Aunque bien podríamos haber reducido ciertas mini-historias y darle más tiempo a otras, el sueño de ver a tantos personajes juntos se cumple de maravilla. El peligro es real, el humor acertado y la acción fantástica (si bien podríamos criticar alguna que otra secuencia). Cumple con lo que se esperaría, cada personaje tiene su momento para brillar. En pocas palabras, está casi perfectamente balanceada, como todo debería ser, diría Thanos.