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Hepatitis C, otra epidemia olvidada
CIUDAD DE MÉXICO. La epidemia del Virus de Hepatitis C ha recibido poca atención por parte de la opinión pública mexicana. No parece importar que derive en hepatitis crónica y cirrosis con consecuencias mortales. De acuerdo a la Secretaría de Salud en el país hay 1 millón 700 mil personas afectadas. De los pacientes el 65% desarrolla infección crónica, pero de éstos solo el 30% conoce su diagnóstico mientras que apenas el 0.6% recibe tratamiento.
El resto de Latinoamérica y el Caribe no están mejor. Se estima que en la región hay más de 7 millones de personas con el VHC, lo cual demanda acciones que incluyan su prevención, diagnóstico oportuno y acceso a tratamiento.
Al respecto el doctor Jorge L. Santana, de la Universidad de Puerto Rico, expuso que la lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha generado suficientes conocimientos y experiencias que también deben usarse contra el VHC como la movilización de pacientes, la obtención de financiamiento y la superación de las barreras médicas para ofrecer atención, sin dejar de lucha contra su estigmatización.
En el segundo día del VI Congreso sobre VIH y Hepatitis C en América, uno de los temas abordados fue precisamente el desafío que supone comprender y coordinar acciones para controlar al VHC. De poco sirve, se dijo, contar con antivirales que logran la curación si su financiamiento está limitado.
Otro reto es la coinfección de VIH y VHC. A pesar de que el tratamiento para el primero es más costoso y permanente, para el segundo existen todavía restricciones particularmente en los servicios de salud pública.
También falta investigar la forma real en que el VHC se trasmite entre los mexicanos. Por eso destacó la presentación del estudio “Factores de riesgo para la transmisión del virus de hepatitis C entre la población VIH en México Central: un estudio de control de casos”, a cargo del Dr. Luis Esteban Ramírez González, quien revisó 235 casos de pacientes coinfectados, atendidos en las clínicas Condesa y Condesa Iztapalapa, así como el Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas. Estos pacientes representan apenas el 1.5% de los 14 mil pacientes que reciben tratamiento en los citados servicios.
Entre otras cosas este trabajo revela que en el centro del país la transmisión del virus de la Hepatitis C está asociada con relaciones sexuales y no con el uso compartido de agujas al usar drogas inyectadas ni transfusiones sanguíneas o de hemoderivados, como habitualmente se suele señalar.
De acuerdo a las conclusiones presentadas por el investigador Ramírez González, el riesgo dentro del contexto sexual está asociado con el consumo de drogas no inyectadas o con la exposición a sangre en el llamado sexo fuerte. Asimismo, un mayor número de parejas sexuales y el sexo grupal son condición de mayor exposición al VHC, refirió. Otro dato que este estudio consigna es la presencia de algunas infecciones de transmisión sexual en las personas con VHC: gonorrea, sífilis y herpes.
A lo largo de la jornada en este Congreso también se abordó la fármacoresistencia transmitida, nuevos antirretrovirales, ajustes de esquemas en el tratamiento, así como el abordaje de poblaciones vulnerables a las infecciones virales.