CIUDAD DE MÉXICO.  La necesidad de voluntarios continúa creciendo alrededor del mundo y, al mismo tiempo, la unión y empatía entre personas sigue dando como resultado una ayuda incansable a comunidades vulnerables. Algunos estudios señalan que ayudar a los demás es un camino certero para alcanzar la felicidad, porque nos motiva a compartir lo mejor de nosotros, impulsa nuestra creatividad, pero, sobre todo, fortalece conexiones con personas que transforman nuestras vidas para siempre.

Con el propósito de fomentar el servicio comunitario, Starbucks crecerá su programa “Mes Mundial del Servicio Comunitario” (Global Month of Service), que anteriormente se celebraba sólo en abril, para convertirlo en una actividad constante durante todo el año bajo el nombre de “Voluntariado Starbucks”.

“Año tras año, partners (empleados) y clientes nos inspiran y sorprenden con la manera en que unen sus fuerzas para lograr que el mundo sea un lugar mejor para todos. Hemos creado y participado en diversos programas para facilitar el servicio a la comunidad y la solidaridad. Gracias a esta suma de esfuerzos, se ha logrado que más de 21 mil voluntarios apoyen más de 730 causas en México, entre 2011 y 2017”, señaló Christian Gurria, director general de Starbucks México.

A partir abril, Starbucks abre su plataforma de “Voluntariado Starbucks” para invitar a que partners y clientes elijan proyectos o causas orientadas a impactar de manera positiva a comunidades vulnerables en las categorías de: construcción, mejora y limpieza de espacios; cuidado de animales; acciones medioambientales; impartición de talleres que impulsen el desarrollo personal y profesional; convivencias, entre otras. Las personas que deseen participar, podrán hacerlo a través de www.voluntariadostarbucks.com

“Para Starbucks siempre ha sido prioritario regresar a las comunidades gran parte de lo que estas mismas le han entregado a la marca, al ser un componente esencial de la conexión humana que brinda la Experiencia Starbucks. Se trata de un compromiso arraigado en la creencia de que es posible hacer un balance entre la conciencia social y la rentabilidad”, concluyó Christian Gurria.