Por fin. Después de meses de especulaciones, dimes y diretes, y de millones de spots en los medios de comunicación, el primer minuto del 30 de marzo –que curiosamente este año coincidió con el Viernes Santo– concluyeron las incomprensibles precampañas e intercampañas y arrancan, ahora sí, las campañas electorales más grandes de la historia de México.

 Como lo oye. Coincidencias del calendario 2018, este limbo electoral coincide ahora con la Cuaresma que practican los católicos, un tiempo para reflexionar en los principios, criterios y valores de la fe, para lo cual practican el arrepentimiento de los pecados, la penitencia y hacen obras de caridad.

 Se ha repetido hasta el cansancio: el disparo de salida oficial marca 90 días de propaganda comicial rumbo al 1 de julio, jornada en la que el País renovará el poder político. Antes de concluir 2018, México tendrá un nuevo Presidente, 500 Diputados federales, 128 Senadores de la República, nueve Gobernadores –incluyendo el nuevo Jefe de la Ciudad de México– y mil 597 ayuntamientos –considerando 38 alcaldías de Coahuila, que apenas ocuparon el cargo un año–.

 Más allá del enorme número de cargos en juego y de los potenciales electores –suman 87 millones de mexicanos empadronados con posibilidades de sufragar el primer domingo de julio para elegir más de 3 mil cargos en 30 entidades del País–, los comicios del 1 de julio tienen al menos dos particularidades cuyos efectos en los resultados finales en el cómputo de las boletas en las urnas es absolutamente incierto, pues no hay antecedentes en el País.

Se trata, de inicio, de la posibilidad de elegir por primera vez una Presidenta de la República y hasta dos Senadores independientes. En efecto, Margarita Zavala está muy cerca de ser reconocida como contendiente para despachar en Los Pinos, sin estar abanderada por partido político alguno.

 En el mismo sentido Manuel Clouthier Carrillo y Pedro Kumamoto Aguilar, quienes ya ganaron como candidatos independientes una curul federal y otra local en Jalisco, ahora compiten para ocupar escaños en la Cámara de Senadores, sin llevar colores partidistas.

 El candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, encabeza todas las encuestas. Pero hay un porcentaje significativo de indecisos: alrededor del 38% de los votantes.

 Además, aproximadamente 25% de los electores dice que podría cambiar su decisión. Los sondeos ubican a Ricardo Anaya y a José Antonio Meade peleando el segundo lugar.

Es un misterio imaginar cuál puede ser el ‘efecto Margarita Zavala’ en los electores. Y es que en México no hay precedentes de una candidatura presidencial independiente. Los observadores creen que en la elección podría presentarse, otra vez, el “voto útil”, que llevó a Vicente Fox y a Felipe Calderón al triunfo.

En recientes semanas ha hecho su aparición en el proceso comicial mexicano otro elemento que ahora está considerado definitorio para que Donald Trump venciera a Hillary Clinton: el efecto ruso.

En efecto, el mundo vive una especie de déjà vu. Parecería que, como en los años 60 y 70, la “guerra fría” que enfrentaba a Estados Unidos y Rusia, se desató, y desde las estepas siberianas, equipos de hackers expertos invadieron las redes sociales en la Unión Americana con informaciones falsas, concepto que se ha popularizado como “fake news”.

Describir una fake news en español puede escribirse también en una palabra: “paparrucha”. Ese nombre femenino se refiere a la noticia falsa y desatinada de un suceso. Los datos son esparcidos entre el vulgo. Es, en fin, una tontería sin sentido que se dice o se hace.

Pues bien, cada vez son más frecuentes las versiones –sin confirmar– de que el ejército ruso de hackers intenta influir también en los comicios mexicanos. Lo anterior, no obstante, no des carta la posibilidad de que hackers mexicanos, simpatizantes o contratados por algunos de los equipos de campaña, también inventen noticias falsas para afectar a sus contendientes. La verdad es que nadie espera unos comicios medianamente limpios. El poder es el poder,  ¿o no?

Y ahora parece que por si sí o por si no, Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente, integrada por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, organizó un evento llamado “Hackathon Mx de Frente al Futuro”, donde se convocó a jóvenes para encontrar “soluciones creativas a los problemas de México” usando la tecnología, dijo el abanderado.

El queretano inició su campaña electoral los primeros minutos de este viernes ante jóvenes mexicanos en la Expo Santa Fe, prometiendo acabar con la corrupción y dar más seguridad. Pero son varios los observadores que no ven imposible que los participantes en el “Hackathon” se operen también un firewall para evitar que las papurruchas o noticias falsas, alteren los comicios del 1 de abril.

VANGUARDIA, junto con otras decenas de medios de comunicación y organizaciones especializadas, organizaron un esfuerzo muy serio para confirmar la validez de la información que circula en las redes.