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Recorren la vía dolorosa cientos de fieles católicos
VIESCA, COAH.- Cientos de personas participaron y presenciaron la cuarta edición de la Procesión del Silencio en el Pueblo Mágico de Viesca, donde contemplaron este evento religioso-turístico que busca atraer a más visitantes.
La Procesión fue encabezada por la secretaria de Cultura, Ana Sofía García, y el párroco de la iglesia de Santiago de Apóstol, Martín Valadez, quienes junto a las cofradías (o hermandades), las mujeres dolientes, habitantes de lugar y turistas acompañaron a la Virgen Dolorosa en el recorrido de 1.5 kilómetros que terminó en la misma parroquia.
El silencio fue armonizado por el sonido del tambor a un paso fúnebre, que entonó la banda de guerra Legión Madero.
La Procesión se detuvo en cinco ocasiones, que simbolizan los misterios del rosario de la Virgen María. La primera y última de ellas en la parroquia. En cada parada se rezaba un misterio y, al final, los cardencheros de Sapioriz cantaban sus melodías religiosas con el tono lastimero de las gargantas.
“El viernes por la mañana sacaron a mi Jesús, aparece por las calles con una pesada cruz”, decía una de las letras entonada por cuatro cardencheros.
VIVEN LA FE
En la celebración participaron 20 cofradías que representan a distintas parroquias de la diócesis. Cada una enfundada en colores distintos como el blanco, negro o marrón.
Un grupo de 30 mujeres, ataviadas de negro, también acompañaron a la Virgen Dolorosa en señal de luto. Eran las mujeres dolientes.
En total cerca de 200 personas participaron como integrantes de la Procesión del Silencio.
“Es solidarizarse con María. Las cofradías van cubiertos, es la costumbre de no dar la cara porque representan el pedir perdón en compañía de María”, explicó el párroco Martín Valadez.
PONEN HABITANTES
ALTARES EN SUS VIVIENDAS
Algunas viviendas del Pueblo Mágico, por donde pasó la Procesión, tenían altares al exterior, que incluían veladoras, clavos o una corona de espinas.
Al evento acudieron 20 camiones dispuestos por el gobierno de Coahuila, pero también llegaron visitantes de Monclova, Saltillo, Torreón, Monterrey y hasta del estado sureño, Yucatán.
Para el párroco Martín Valadez, la Procesión del Silencio es el cierre del Viernes Santo y significa acompañar a María en su duelo, así como darle el pésame.
“Como evento masivo representa el acompañamiento de la gente a una comunidad”, dice el sacerdote.
Al finalizar la procesión, la comunidad y los visitantes pudieron disfrutar de un concierto de la Camerata de Coahuila.
--NUMERALIA --
1.5 kilómetros recorrieron los creyentes
200 personas participaron como integrantes de la procesión, además de los asistentes
30 mujeres vestidas de negro representaron a las dolientes