Fuentes internas de la empresa automotriz General Motors confirmaron a VANGUARDIA el despido de 600 trabajadores de la planta de ensamble de Ramos Arizpe. 

Explicaron que desde este miércoles hubo un paro técnico en la referida planta, por lo que las actividades se reanudarían hasta el próximo 8 de abril. Sin embargo, fueron sorprendidos con la noticia de que 600 empleados no regresarían a laborar. 

La plantilla laboral que fue despedida laboraba en horario extendido (al menos tres horas más a su jornada laboral), no tenía día de descanso, y los domingos también trabajaban tiempo extra, el cual era remunerado. 

Sin embargo, los empleados que regresen el próximo 8 de abril a la planta de ensamble dejarán de trabajar el tiempo extra, tendrán día de descanso obligatorio y fijo y no habrá doble turno, como se había realizado con anterioridad. 

El impacto económico y laboral, según las fuentes extraoficiales, será muy fuerte para Coahuila pues por cada trabajador despedido de la planta se impacta indirectamente a nueve empresas proveedoras de piezas automotrices, debido a que resulta una reacción en cadena que debilita la economía local.