Un avión privado turco que había despegado de los Emiratos Árabes y se dirigía a Estambul (Turquía) se ha estrellado en Irán, a 400 kilómetros al sur de Teherán, con 11 personas a bordo. Según la CNNTürk, la agencia iraní IRNA, no hay ningún superviviente.

La agencia Dogan News identificó el avión como un Bombardier CL604, número TC-TRB, que pertenece a la compañía llamada Basaran Holding. Esto ha hecho saltar todas las alarmas pues Mina Basaran, hija de Huseyin Basaran (el dueño de la compañía), publicó varias fotografías en su cuenta de Instagram en la que parecía ser su despedida de soltera en Dubái. Entre ellas se encuentra la imagen del avión accidentado.

El avión, que había salido del emirato de Charjah, se ha estrellado cerca de la ciudad de Shahr-e Kord, ha informado la televisión iraní. El aparato sigue en llamas y sus once pasajeras -ocho pasajeras y tres tripulantes del avión- han muerto.

El portavoz de Emergencias, Mojtaba Jaledí, explicó a la agencia oficial IRNA que un total de seis equipos de rescate fueron enviados a las montañas Helen, el lugar del siniestro. Jaledí adelantó que las operaciones de rescate se van a ver dificultades por la lluvia y las malas condiciones meteorológicas en la zona.

Según CNNTürk, la agencia iraní IRNA ha afirmado de que las once personas que iban a bordo han muerto. Por su parte, el Ministerio turco de Transporte confirmó el número de pasajeros (8) y el de la tripulantes (3), pero hasta el momento no ha hablado de víctimas.

El avión siniestrado pertenecía al grupo comercial Basaron Holding, dedicado a los sectores de alimentación, finanzas, energía, construcción, turismo y aviación, según ese Ministerio.

El diario turco Hürriyet afirma que todas las personas a bordo eran mujeres, entre ellas Mine Basaran, hija de Huseyin Basaran, jefe del citado grupo comercial, y siete amigas suyas, que regresaban de una fiesta de despedida de soltera. También la tripulación eran mujeres (dos pilotos y una azafata).

Con información de LA VANGUARDIA