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Niño de 12 años que causó choque mortal no dejó bajar a los demás
Ciudad de México.- Luis Eduardo festejó en el carnaval de Tlaltenco. El adolescente de 12 años bebió y tomó el volante del coche para luego accidentarse con otros cinco adolescentes, que aceptaron un aventón a casa.
Eran nueve los menores que abordaron el automóvil que Luis Eduardo conducía. Aunque sólo dos lo conocían, el resto de los amigos admitió subir al coche.
Las víctimas eran vecinos, amigos y compañeros de la Secundaria Técnica 95, que el domingo por la tarde pidieron permiso a sus padres para asistir al carnaval del pueblo, que se ubica en la delegación Tláhuac. Regresarían a pie a sus casas, pero en el carnaval encontraron a Luis Eduardo, un niño que presumía tener automóvil y quien ofreció acercarlos a la colonia Santa Catarina Yecahuízotl, donde vivían.
El grupo subió al coche. Junto al conductor viajaban Karina, Luis Ángel y Hugo, quienes sobrevivieron al accidente.
Luis Ángel cuenta que el menor al volante aceleraba de más sin tener el control del volante. Y no lo tenía porque Luis Eduardo apenas aprendía a conducir.
Le pidieron bajar
Tampoco le importó que, asustados por el miedo a la velocidad, los adolescentes le pidieran que disminuyera, que le bajara y los dejara descender del automóvil.
En respuesta, el conductor gritaba: “Ahorita los bajo. Nada más que conozcan la velocidad. ¡Aguanten!”. El viaje, de menos de cinco minutos por una carretera de dos sentidos, terminó cuando Luis Eduardo dio un giro al volante.
Aún no se sabe si un ciclista se atravesó en su camino o si fue la inexperiencia del menor lo que hizo que el auto pegara contra una banqueta y volcara. Lo que sí se sabe es que la magnitud del golpe destrozó ventanas, puertas y techo, y dejó escapar los cuerpos de los adolescentes que viajaban en el asiento trasero. Luis Ángel no recuerda haber visto un ciclista. Y es que, tras el accidente, no ha podido tener una imagen de lo que realmente ocurrió.
Una nube de polvo y el cuerpo mutilado de su hermano es la imagen que lleva en la memoria.
Y como el resto de los dolientes, él espera un castigo para el conductor menor de edad, quien ha permanecido en la Fiscalía del Menor sin que sus padres hayan asistido. Ahí sólo un abogado acompaña a Luis Eduardo.
El hombre dice que recibió un mensaje telefónico de parte de familiares del menor, en el que le pedían que ayudara al responsable.
Quedaría libre de toda culpa
Luis Eduardo Mejía Romero, de 12 años, quien conducía el auto en el que otros cinco menores perdieron la vida, podría quedar libre de toda culpa debido a que las leyes —con la implementación de la nueva reforma penal— lo consideran “inimputable”, es decir, que no puede ser juzgado.