El fabricante de chips Qualcomm considera que la tasa de accidentes automovilísticos sigue siendo "inaceptablemente alta" incluso con la introducción de los coches autónomos.

Aún hay mucho por hacer para mejorar la comunicación entre vehículos y entre éstos y los peatones, aseguró a dpa el vicepresidente ejecutivo de Qualcomm, Matthew Grob. "La tasa de accidentes es inaceptablemente alta", señaló, si bien subrayó que en la mayoría de los casos se debe a errores humanos.

"Seguimos teniendo conductores que se distraen, ebrios, personas cansadas o estresadas". Y los peatones que de pronto se lanzan a cruzar la calle son una fuente de peligro también para los automóviles autónomos.

Grobn pidió además una activa participación de los gobiernos para que regulen la tecnología que usen los productores de automóviles y de componentes. "El papel de las autoridades regulatorias es central: tienen que decir hasta qué fecha qué porcentaje de los automóviles autónomos tienen que tener esa tecnología", para que los distintos vehículos se comuniquen entre sí. De esta misma forma se obligó en su momento a todos los fabricantes a poner cinturones de seguridad y airbags, añadió.

Grob habló de un necesario "efecto red". "Ningún fabricante está motivado a introducir un nuevo elemento que solamente le costaría dinero". Pero eso cambia cuando todos están obligados, y para ello es necesario que intervengan las autoridades políticas. "No hay que diseñar de nuevo el automóvil. Solamente le añadimos un pequeño detalle que es muy efectivo", dijo.

Queda mucho para que haya una mayoría de automóviles autónomos sin volante, el llamado Nivel 5, señaló Grob, pero hoy en día ya se usan muchas de las tecnologías que permiten el coche autónomo, como sensores y sistemas de visión.

"Los sistemas de asistencia autónomos protegen por ejemplo de cambios de carril peligrosos. Este tipo de accesorios están en todos los vehículos e implican una gran diferencia en lo que respecta a la seguridad", aseguró.