El lunes la diseñadora venezolana ofrecerá su último desfile en el Museo de Arte Moderno y al terminar, en compañía de su esposo, Reinaldo, de sus hijas de ambos matrimonios, Patricia y Carolina y Mercedes y Ana Luisa, de Bianca Jagger y de Calvin Klein se despedirá del público para dejar su puesto como directora creativa de la marca que fundó en favor de Wes Gordon, quien ha sido su asistente y consultor por el pasado año.

A partir del 13 de febrero ella pasará a ser embajadora de la marca a nivel nacional. “No digan que me estoy retirando”, dijo la creativa para el NY Times, “no me estoy retirando. Estoy dando un paso adelante”.

Ella eligió su nuevo título y ahora se encargará de hacer proselitismo para la marca utilizando su propia imagen, aunque, como ella misma lo expresó, ya no se levantará “preocupada cada día por saber donde poner la manga o si la falda debe ser larga o corta”.

Esta acción es similar a otras que sus pares han intentado en el pasado, en busca de dejar la empresa en manos confiables, aunque hasta el momento ninguno de esos intentos ha resultado fructífero.

Oscar de la Renta nombró a Peter Copping como sucesor, lamentablemente falleció antes de poder enseñarle su manera de ver y trabajar su marca, y Copping duró no más que un año al frente de la misma luego de altercados con la familia del diseñador.

Por su parte, Diane von Furstenberg ha nombrado a varios sucesores, aunque ninguno ha logrado llenar sus expectativas (o viceversa) y no ha durado más de dos años como parte del proyecto sucesorio.

Aunque en este caso, la decisión parece ya ser final, Herrera dejará en manos de Gordon la dirección creativa y ella se dedicará a darle promoción a nivel mundial. Con el tiempo veremos qué tan sabia resultó esta decisión.