Miami.- La imagen de Estados Unidos ante el mundo es más ruda desde la llegada de Donald Trump al poder y en ese contexto se ha producido una sensible bajada de la llegada de turistas. Según los últimos datos de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo las visitas de ocio de extranjeros se han reducido un 4% y ello ha implicado cuantiosas pérdidas: 4.600 millones de dólares y 40.000 empleos.

Estados Unidos ha perdido el segundo puesto en la lista de países más visitados del mundo en beneficio de España. En 2017 este país recibió 82 millones de turistas, cuatro millones más que Estados Unidos, que quedó tercero en la clasificación liderada por Francia con 89 millones, un 8% más que el año anterior –y con más de 30 millones en París, la ciudad con más turismo del mundo–.

Los analistas indican que no es necesario hilar muy fino para vincular la caída de turistas en Estados Unidos con la estruendosa repercusión mundial de la conquista de la presidencia por Trump.

Su retórica xenófoba, sus insultos a países extranjeros –"agujeros de mierda", llamó a Haití y El Salvador, y a México lo caricaturiza como una máquina exportadora de narcos y criminales– y sus decretos para restringir la entrada de inmigrantes –vetando por completo a varios países musulmanes– y refugiados, así como su empeño en deportar por millones a inmigrantes indocumentados, han debido de hacer mella en la popularidad de Estados Unidos como destino turístico. Otro importante elemento confluyente según los expertos ha sido el encarecimiento del dolar con respecto a otras monedas.

El presidente de la compañía de análisis de la industria turística Tourism Economics, Adam Sacks, ha afirmado en la prensa estadounidense: "La retórica y las políticas de esta administración están creando antipatía hacia Estados Unidos y afectando el comportamiento del turismo". El principal grupo de cabildeo de la industria turística estadounidense, US Travel Association, ha anunciado que lanzará una potente campaña publicitaria para animar a los extranjeros a visitar Estados Unidos y tratar de concienciar a la Administración Trump de la necesidad de cuidar la marca nacional.

Pero no todo son malas noticias turísticas para la familia de la Casa Blanca. Eslovenia, el país de origen de Melania Trump, la esposa del presidente, tuvo un 9% más de visitantes extranjeros en 2017 y el aumento entre turistas de Estados Unidos, coincidiendo con el estallido de popularidad de la nueva Primera Dama, fue formidable: un 23,4%. Pierde Washington, gana Liubliana.