Después de la misa para conmemorar los 30 años de su ordenación, celebrada en la Casa Central de las Oblatas de Santa Martha en la colonia Lomas de Lourdes, el obispo habló sobre la visita de los aspirantes a la Presidencia de México al Estado de Coahuila.

 

En entrevista preguntó que “¿de dónde sacará gente honesta el mejor intencionado de los candidatos?”, para intentar cambiar el país.  

 

Señaló que el verdadero cambio se encuentra en manos de la ciudadanía para poder combatir la corrupción y los problemas de México.

 

“Primero hay que pensar en una reconstrucción de la ciudadanía porque mientras tengamos unas campañas políticas pobres será muy difícil. Los partidos políticos no hacen formación de sus fieles”, reprochó.

 

Aseguró que en la política los protagonistas “cambian de partido como cambiarse de camiseta” y el gasto en campañas es escandaloso. 

 

Y agregó: “Espero que México lo cambiemos los ciudadanos, debemos imponer la ruta de un nuevo país y para poder hacerlo necesitamos por lo menos al 70 por ciento del padrón convencido”. 

 

Aseguró que los partidos políticos están desgastados, “pero todo está minado. Cualquiera que llegue va a encontrar una infraestructura de corrupción espantosa y encontrará todo vendido o preparado para que se venda”, aseguró el religioso. 

 

Cuestionó que el mejor de los bienintencionados de los candidatos independientes o de cualquier partido “¿de dónde va a sacar gente honesta?”. 

 

 

Durante la homilía recordó “la resistencia” al cambio en algunos de los miembros de la Diócesis de Saltillo cuando lo nombraron obispo. También recordó algunos pasajes de su paso en el sur del país y el levantamiento de los indígenas a principios de los años 90. 

 

“Cuando llegué unos dijeron: viene de Chiapas, ya viene a darnos órdenes. Hubo resistencia porque yo venía de un Estado diferentes. Lo menciono para decirles que en esto de la Iglesia también padece este tipo de resistencias al cambio. Pensaron que cambiaría el plan pastoral por competo”, finalizó.