Abuelo encubre a nieto asesino; no era un ladrón la víctima

Usted está aquí

Abuelo encubre a nieto asesino; no era un ladrón la víctima

Foto: Jetza Múzquiz
Anciano no fue quien asesinó a un ‘amigo de la familia’; el asesino es un menor de edad

ARTEAGA.- Las investigaciones en torno al caso del hombre asesinado en el Cañón de la Rioja dieron un giro, pues las investigaciones indican que don Liborio Apolinar Oyervides González, de 82 años, no mató a la víctima y que ésta no estaba robando, sino que el nieto del anciano sería el homicida luego de una riña.

Luis Alberto, de 17 años, nieto de Liborio, así como otro joven de la misma edad, identificado como Edwin Ricardo, están a disposición de la Unidad de Investigación Especializada en Delitos de Adolescentes de la FGE.

El Ministerio Público aclaró que no se ejercerá acción penal sobre Liborio, quien ya se encuentra libre, pues sólo intentó cubrir a su nieto, quien ya se encuentra asegurado por el asesinato de Luis Gerardo Peña Hurtado, originario de Nuevo León.

Trascendió que Luis Gerardo era amigo de la familia y acudió hasta el rancho La Casita, donde ocurrió el crimen luego de sostener un altercado con Luis Alberto, quien le habría dado muerte de dos disparos con un arma calibre 22, uno de ellos impactó debajo de la barbilla del afectado y lo fulminó.

Así mismo, Edwin habría participado en los hechos al lanzar un machetazo contra Luis Gerardo, quien terminó con una mano semiamputada, según indicaron los resultados de la necropsia que se le realizó en el Servicio Médico Forense.

LIBORIO APOLINAR: EL HOMBRE QUE SE ENTREGÓ POR SU NIETO
 
En días anteriores, se le acusó a Don Liborio Apolinar, con 80 años de edad, de “machetear” y  disparar dos veces a la cabeza a un hombre de entre 25 o 30 años por supuestamente intentar entrar y robar su pequeña casa ubicada en una de las montañas de la sierra de Arteaga. 
 
Ahora se sabe que ésa fue la declaración que dio al momento de entregarse a las autoridades después de recorrer durante más de dos horas en burro el camino que da hacia el municipio hasta llegar al Ministerio Publico.
 
Quien realmente cometió el crimen fue su nieto, Luis Alberto “N” de 17 años, que después de discutir con Luis Gerardo Peña Hurtado, “amigo” de la familia, procedente de Monterrey, apretó dos veces el gatillo de una calibre 22. 
 
Según el ministerio, también participó el menor de edad, Edwin Ricardo; éste lanzó un machetazo contra Luis Gerardo, quien terminó con una mano casi amputada, lo dicen los resultados de la necropsia. Los restos ya fueron trasladados por los familiares hacia Nuevo León.
 
El Ministerio Público no se ejercerá acción penal sobre Don Liborio, quién ya se encuentra libre.
 
Don Liborio 
 
Uno de los vecinos del Racho “La Casita”, en el en el camino a la Rioja, antes de saber la versión oficial, describió al Liborio como un hombre  solitario, dedicado a sus animales, de buen carácter a quien la gente visitaba durante las cabalgatas para charlar y él daba de beber a los caballos.   
 
Nació en ese mismo lugar en el que tal vez nada lo había perturbado tanto. Su esposa murió hace 12 años. Uno de sus hijos vive en Arteaga y el otro kilómetros adelante de “La Casita”. 
 
“Liborio nunca ha querido irse a vivir para allá. No está impuesto a estar en Arteaga. No le gusta alejarse de los sus animales. Es a toda madre el señor. Muy tranquilo”, señaló.  
 
Aunque el vecino le pareciera sorprendente el hecho, platicó que usar armas allá es común para defender a los animales de los pumas y los osos. 
 
“Tiene problemas en su corazón. Le pudo dar un paro. Siempre anda en su burro. No está aquí, de seguro bajó en él”, dijo mientras observaba el lugar.
 
El sitio estaba cercado con las cintas de precaución. Algunos guantes quirúrgicos de los peritos estaban tirados en el lugar. Las puertas se encontraban abiertas y lo animales sueltos. 
 
“Nunca falta quien robe, aquí si se da mucho. Han robado varias veces. Hay propiedades que le meten mucha lana. Siempre hay que estar al pendiente. Es una persona muy tranquila”, resaltó el habitante.  
 
Con información de Jetza Múzquiz y Christian Martínez