Reyes Rodríguez, Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), alertó de una ruptura entre los ciudadanos y los representantes políticos surgidos de un fraude electoral. 

El magistrado advirtió que las autoridades electorales son perjudicadas, ya que los ciudadanos desconfían de su trabajo en los comicios. 
"Un desafío y obstáculo para la calidad de las democracias son las malas prácticas electorales, las cuales, en esencia, atañen a conductas en las que se involucra el fraude y la manipulación electoral durante el proceso, en la operación de las instituciones o en relación con el resultado de las elecciones", dijo Rodríguez Mondragón. 

"Las malas prácticas tienen consecuencias negativas en la calidad democrática de un régimen político, una de ellas es que la representación objetiva de los gobernantes frente a los intereses genuinos de los votantes está comprometida, pues quienes resultan formalmente electos a través de malas prácticas no tienen incentivos para representar debidamente esos intereses públicos o generales, ya que los resultados electorales están muy alejados de los deseos libres de la voluntad del electorado", señaló. 

Reyes Mondragón, quien cuestionó a la Sala Superior del TEPJF por validar el triunfo de Miguel Riquelme en las elecciones celebradas el pasado 4 de junio alertó que los representantes surgidos de prácticas ilícitas "no podrán sino ejercer un poder débil".

"La debilidad del vínculo entre representantes y representados implica una falta de correspondencia entre las decisiones de los que ocuparán el poder público y los intereses de quienes representan", dijo el magistrado. 

"Las malas prácticas debilitan la legitimidad y la credibilidad ciudadana en las instituciones electorales y su participación e involucramiento en los procesos comiciales, así como en otros ámbitos de la vida pública; en suma, las malas prácticas comprometen la integridad de las elecciones y la calidad de la democracia", expresó. 

Con información de Reforma