Rayados hace cuentas y le agrega más suspenso a su propio destino
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Rayados hace cuentas y le agrega más suspenso a su propio destino
Entre las presiones que poco domina y los fastidiosos fantasmas de los fracasos que envuelven al ciclo de Mohamed, el equipo vive horas cruciales.
El Monterrey hoy está al borde de perder el liderato que con mucha contundencia ha construido en la primera parte del torneo. Su cierre no es muy bueno, lo que abre algunos interrogantes.
Para colmo, se le metió Tigres en la cabeza, quien tiene altas posibilidades de quitarle el dulce.
Con poco para presumir, el equipo de Ferretti ha trazado una campaña igual de productiva, incluso, más contundente que la de Rayados. Sólo un empate más de Tigres es lo único que los separa por apenas dos puntos en las posiciones.
Aparte, Monterrey también está obligado a evitar el primer derrumbe del semestre en la Copa MX frente al América, por si le faltaba algo de tensión a su momento.
El principal temor de Rayados es quedarse sin nada. Ya ha sido protagonista de demasiadas películas con finales de llanto y no quiere una más. Y aunque lo disimule, esa presión lo puede en instancias decisivas. Juega mirando el abismo.
Mohamed quiere transmitir seguridad en estos momentos, pero no necesariamente es lo que él tiene por estas horas.
El equipo hace dos partidos que no gana, la longitud de su futbol ha perdido poder, el plantel está incompleto y nadie tiene idea de cómo llegará Rayados a defender el número 1 ante Tigres.
La incertidumbre actúa como una vitamina nociva en un Rayados que vive en el límite entre lo que ha hecho para merecer todo y lo que le falta por hacer para refrendar lo anterior y acabar con el ayuno de años sin gloria.
Esta semana será determinante para Monterrey, pero podría ser mucho más catastrófica si no la libra. Una potencial eliminación en las Semifinales de la Copa MX podría arrastrar las penurias del fracaso al Clásico. Enfrentar a Tigres anímicamente condicionado sería el peor escenario que se le podría cruzar.
Mohamed dice que no le interesa pensar aún en el juego ante Tigres, porque la presión, indudablemente, lo absorbe. Mohamed carga con la obsesión de ganar algo y jamás quisiera tener a Tigres como bisagra decisiva.
En la última serie de Liguilla, Mohamed envió un mensaje de debilidad cuando dijo no preferir a Tigres en Cuartos de Final y le fue muy mal. Rayados ya había perdido antes de jugar. El DT transmitió inseguridades a un grupo emocionalmente inestable. Ahora, ¿cometerá el mismo error?
Rayados se juega el futuro del semestre esta semana y quizás no esté en su mejor racha. Por lo mismo, bajo exigencias mayores, con etapas como las que se le vienen y cuando las estadísticas ya no sirven de nada, todavía no se sabe si el equipo y Mohamed están preparados para colonizarlas.