Hace 2 meses le entregué la herencia más preciada que podía darle a mi hijo Santiago de tan solo 8 años de edad, su hermano menor. Y es que estoy convencida de que uno de los tesoros más valiosos que tendrá para el resto de sus días será su hermano, Gabriel.

Y aunque ahora ambos no logren dimensionar la importancia de tenerse el uno al otro, sí podrán hacerlo con el paso de los años cuando descubran lo siguiente:

• Serán su principal apoyo

No hay duda alguna de que somos nosotros, los padres, quienes debemos educar a los hijos, pero son los hermanos quienes siempre podrán apoyarse mutuamente, cuando nosotros ya no estemos en este mundo.

• Podrán ser cómplices

Seguramente no importará qué digan los demás, mientras ambos sepan que pueden contar con el otro para ser testigos de sus más grandes fracasos y sus mayores triunfos. Sin tener que lidiar con prejuicios o falsas amistades.

• Aprenderán a reír juntos

No importa la cantidad de años de diferencia que tengan, siempre tendrán un buen motivo para reírse de ellos mismos y aprender que pasar por la vida sin alegría, nos es haber vivido lo suficiente.

• Compartirán una historia y sus códigos

Pocas personas pueden llegar a ser tan cómplices como los hermanos, pues comparten códigos propios de la forma en que han sido criados. Algo que pocos a su alrededor serán capaces de descifrar.

• Tendrán quién los defienda de manera incondicional

No importa si el motivo es una pelea por algo insignificante o si se trata de pelear contra los enemigos más grandes. Sabrán que tendrán un apoyo para luchar contra el mundo si es necesario.

• Conocerán el amor incondicional

Esto lo conocen desde nuestra perspectiva como padres, pues siempre les estamos recordando cuánto les amamos. Sabrán que ese amor también se siente por los hermanos, pues son los únicos que se quedarán cuando todos se hayan ido.

• Nunca más estarán solos

Mi hijo solía repetir una y otra vez que se sentía solo, pues ni los amigos ni compañeros de colegio podían llenar aquel vacío que se formaba cuando cerraba la puerta de nuestra casa al final del día.

• Desarrollarán paciencia

Sin duda alguna tener hermanos no es un asunto sencillo, pues lidiar con personalidades que son opuestas a la suya no es algo fácil de manejar. Pero deberán aprender a tolerarse con paciencia.

• Aprenderán el valor del perdón

No hace falta mencionar que todos los hermanos tienen peleas, algunas más graves que otras, pero todas solucionables. Entonces sabrán que el pedir perdón es algo que lejos de humillar, engrandece y fortalece.

• Compartir será un asunto diario

Mientras sean pequeños aprenderán el valor de compartir tiempo, espacios y cariños. Lo que los hará más tolerantes con el círculo íntimo que formarán en su vida de adultos.
Sin duda alguna, tener un hermano es tener un tesoro. Y te invito a valorarlo hoy, pues no sabemos cuándo podamos necesitar del abrazo de uno de ellos para poder seguir adelante.