‘Geotormenta’, un desastre no natural

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‘Geotormenta’, un desastre no natural

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Una fórmula carente de sorpresa alguna, aburrida y sin sentido que nunca logra emocionarnos ni divertirnos en el sentido más básico y superficial

Calificación: 2 de diez

Se debe ver cada película por lo que es. Esta debe ser la máxima suprema que rija la vida de todo crítico de cine o cualquier persona que busque apreciar un filme. Por ejemplo, cuando se va a ver una película como “Geotormenta” (“Geostorm”), se bajan las expectativas al mínimo, sin afán de exigirle que sea una cinta de ciencia ficción súper inteligente. A lo que vamos es a entretenernos con efectos especiales en el sentido más superficial. Así pues, entré a la sala sin esperar nada.

Que se destruyan todas las ciudades, que salven al planeta, a mí no me importa. Los minutos pasaron y nunca me importó. No es que la cinta no entienda bien lo que es, sencillamente se vuelve tediosa y aburrida. La fórmula la sigue tan al pie de la letra de todas las cintas de desastres que Roland Emmerich hizo famosas, al grado de que no hay una sola sorpresa. ¡Por favor, que lleguen los aliens y destruyan la Casa Blanca o algo! ¿Casi dos horas de Gerard Butler hablando con una pantalla verde? Que un tornado destruya el cine, por favor.

La cinta trata de un futuro en el que la humanidad ha fabricado una solución para el calentamiento global, el cual se volvió tan grave que destruía ciudades enteras. Se trata de un sistema satelital controlado por una estación espacial, con el cual pueden prevenir y manipular el clima del planeta Tierra a su antojo. Todo es bello en este futuro, donde las naciones decidieron trabajar juntas, hasta que suceden unas cuantas fallas que amenazan con desatar los peores desastres naturales en casi todo el mundo. Será la misión de un científico que fue despedido por insubordinación, años atrás, descubrir qué está pasando. Él y su equipo deberán desentrañar el misterio antes de que más ciudades sean congeladas, o estallen en una ola intensa de calor. Si no lo hacen a tiempo, todos estos eventos podrían juntarse para convertirse, nada más y nada menos (redoble de tambor): en una geotormenta.

El peor pecado que pueden cometer este tipo de películas es ser aburridas. Con tan sólo una pequeñita dosis de competencia sería suficiente para mantenernos interesados o mínimamente atentos a lo que sucede en pantalla. A veces mido lo malas que son las películas por las veces que me dan ganas de sacar el celular durante ellas. Para “Geotormenta” creo que lo saqué unas tres, vi mi timeline en Twitter y contesté algunos mensajes de Whatsapp, mientras Gerard Butler y Jim Sturgess, quienes interpretan a dos hermanos, discutían alguna charada científica sin sentido o desentrañaban un montón de suposiciones e incoherencias sobre una conspiración gubernamental. Así se nos va casi toda la película, viendo a estos dos sujetos hablar de cosas que no nos interesan, como si de un emocionante thriller se tratara. En este mundo tan aburrido, hasta se puede entender que alguien decida jugar con el clima para sacudirse el tedio un rato.

Ojalá esa hubiera sido la respuesta: es que uno de los astronautas, pudiera ser el mexicano Eugenio Debrez, quien tiene un breve papel, estaba tan aburrido de esta vida tan perfecta y rutinaria, que se volvió loco y decidió mandar tornados y rayos a los que viven abajo. Pero no, esta cinta cree que se trata de una historia tan inteligente y seria, que no tiene tiempo para reírse de sí misma. Cuando se hacen cintas con tramas tan absurdas, no se pierde tiempo tratando de explicarlas, como si se tratara de una conspiración que tiene muy intrigado al espectador. Simplemente se le da lo que espera por haber comprado su boleto: diversión.

Esta cinta se limita a repetir una fórmula bastante conocida. Con cintas como “Independence Day” (1996) y “Godzilla” (1998), el cineasta Roland Emmerich volvió redituables a las ciudades estallando y a la gente huyendo en multitudes de grandes desastres. “Geotormenta” es la primera cinta dirigida por Dean Devlin, quien produjera esas y otras películas de Emmerich. Y parece que aprendió bien del maestro. Lo que no entendió el señor, por mucha producción que haya hecho, es que hay una razón por la que esas cintas pasaron de moda. ¿Pero qué van a entender si apenas el año pasado Emmerich y Devlin lanzaron “Independence Day: Resurgence”? Supongo que piensan que ya es momento de que esas películas sean parte de la popular ola de nostalgia que invade el cine últimamente. “Independence Day: Resurgence”, por ejemplo, no es buena, pero sí es mucho mejor que la ópera prima de Devlin.

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Sabemos todo, de principio a fin: hay un héroe, un problema que debe resolver, en el camino se destruirán unas cuantas ciudades, va a descubrir, debido a sus grandes habilidades indagatorias, quién está detrás de todo, buscará atraparlo, pondrá en peligro su vida, pero al final salvará a todos, incluyéndose a él mismo. No son ningunos spoilers, así es como funcionan esta y muchas otras películas. Esa es la principal razón por la que vemos esta historia sin inmutarnos, previendo las “sorpresas” a kilómetros de distancia. No hay escena más falta de tensión que cuando el protagonista está a punto de morir. ¡Oh no, qué peligro! Sí, claro. Por otra parte, aunque suene absurdo decirlo, a esta cinta le falta acción.

Pasamos tanto tiempo viendo a personajes hablar de cosas que no nos interesan, que ya lo que queremos es que algo explote. Y cuando por fin sucede, lo hace casi con la misma falta de energía con la que están escritos todos los diálogos.

Si se quiere divertir no creo que esta sea una buena opción. Una sola cosa se le pide a esta película y no logra cumplirla, ni aunque sea un poco. Tal vez existan un par de escenas que logren captar nuestra atención, pero en general lo que queremos es que todo estalle y acabe pronto. Ojalá.

El dato
> Elenco: Gerard Butler, Jim Sturgess, Abbie Cornish, Alexandra Maria Lara, Richard Schiff, Daniel Wu, Eugenio Derbez, Ed Harris, Andy Garcia.
>Director: Dean Devlin.
>Género: Acción
>Clasificación: B
>Duración: 109 minutos