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Ahora es más probable que termine TLCAN, advierte Moody´s
Ciudad de México. La probabilidad de que se materialice el final del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es ahora mayor que cuando inició el proceso de renegociación a mediados de agosto, consideró este jueves Moody´s Analytics.
"A la fecha existe una mayor probabilidad de que se materialice el final del TLCAN justo en su vigésimo cuarto aniversario de vida. Ante esto, el comercio entre Estados Unidos y México continuaría, posiblemente con algunas restricciones y bajo el esquema de la Organización Mundial de Comercio", comentó Alfredo Coutiño, director para América Latina de la firma.
La cuarta de siete rondas de renegociación del TLCAN, un acuerdo que libera de aranceles el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, inició el miércoles en Washington, en medio de reiteradas declaraciones del presidente Donald Trump de dejar el acuerdo, vigente desde enero de 1994.
"Es posible que el principal motivo del rompimiento tome la forma de una salida unilateral de los Estados Unidos del acuerdo comercial trilateral. A pesar de que las pláticas siguen en marcha, las condiciones actuales auguran que no solo la probabilidad de rompimiento ha aumentado sino que incluso las negociaciones se han acercado a un punto en el que la cancelación del acuerdo se puede detonar rápidamente y en cualquier momento", dijo Coutiño.
Para el especialista, existen tres razones detrás de la mayor posibilidad de que el acuerdo comercial no llegue a un final feliz:
Primero, comentó, los negociadores estadunidenses han hecho todo lo necesario para establecer condiciones que tanto Canadá como México no están dispuestos a aceptar, lo cual sería el pretexto perfecto para que el gobierno de Estados Unidos declare públicamente su salida del acuerdo comercial. Entre estas condiciones están: un aumento significativo en el contenido regional -particularmente contenido estadunidense-, topes homogéneos en las compras de gobierno, restricciones a productos agrícolas, y la controversial desaparición del capítulo de solución de controversias, así como una revisión cada cinco años de los términos del acuerdo.
Segundo, el presidente Trump continúa convencido, y parece estarlo más últimamente, de que lo que más le conviene a su país es establecer acuerdos comerciales bilaterales, que le permitan a Estados Unidos la flexibilidad de renegociarlos frecuentemente e incluso de cancelarlos en el momento en que el país lo considere necesario. Esto alimenta la idea de pretender ejercer un mayor control y presión sobre su contraparte comercial. Es más fácil salirse de un acuerdo bilateral que de uno multilateral, apuntó Coutiño.
En tercer lugar mencionó que el presidente Trump ha mostrado que un componente importante de su quehacer político es desechar tratados con los que no está de acuerdo. Así, canceló la participación de su país en el proyecto de Asociación Trans Pacífico (TPP), retiró a Estados Unidos del acuerdo climático de París, y en más de una ocasión ha intentado desechar la ley de salud conocida como Obamacare, entre otras cosas.
"Desechar un acuerdo comercial más, va en línea con la forma de pretender hacer política de Trump. La forma más probable en que se visualiza el final del TLCAN es a través de una decisión unilateral del gobierno estadunidense de retirarse del acuerdo comercial, ante la reticencia mexicana y canadiense de aceptar las condiciones propuestas por los negociadores estadunidenses. En tal caso, al presidente Trump le interesaría más dar el anuncio como decisión propia de su gobierno".
También existe la posibilidad de que Estados Unidos apriete aún más las condiciones para orillar, sobre todo a México, a retirarse del acuerdo. En este caso, Trump podría librarse de potenciales acusaciones o fricciones en su Congreso, consideró.
"Más allá de la fuerte turbulencia financiera y de la potencial inestabilidad en algunas variables y mercados, lo cual podría prolongarse por algún tiempo, el rompimiento del acuerdo comercial dejaría algo rescatable para México: la posibilidad de empezar a reducir la dependencia de su economía con respecto al mercado estadunidense", mencionó Alfredo Coutiño.