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Bajos salarios y escasa oferta laboral, la realidad ‘millennial’
CDMX.- Por todo el empleo nuevo que las autoridades presumen, México es uno de los países con los menores salarios entre los países de la OCDE. Los llamados “millennials”, jóvenes de entre 20 y 35 años, hoy conforman casi la mitad de la población mexicana en edad de trabajar y están en medio de ese escenario gris que arroja con frecuencia historias de profesionistas que tienen que buscar más de un trabajo.
Muchos de los “millennials” estudiaron porque les dijeron que si lo hacían su futuro sería mucho mejor, pero al llegar al mercado laboral toparon con la escasa oferta de puestos para profesionistas, generalmente mal pagada, inestable y con la que raya en suerte encontrar un empleo que ajuste con sus necesidades.
“Como sociedad les dijimos a los jóvenes que si estudiaban una carrera tendrían una mejor calidad de vida y aunque en muchos casos sí es así, en miles de otros esas palabras no fueron verdad”, menciona Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). “Hay algunos que tienen un buen salario saliendo de la universidad, pero los números nos cuentan que el grueso de los jóvenes enfrenta una historia distinta”.
Ser “millennial” parece algo “cool”: el estilo de vida un tanto desenfadado, las habilidades tecnológicas, el espíritu emprendedor y el compromiso con el medio ambiente y la comunidad.
Sin embargo, detrás de esas generalizaciones hay un auténtico “ejército” de jóvenes sin oportunidades a los que las consecuencias de la Gran Recesión han golpeado en el bolsillo y la autoestima.
Las cifras de ocupación del Inegi muestran que los jóvenes sí quieren trabajar, sólo que frecuentemente no encuentran dónde.
LOS PROBLEMAS
-No es que los “millennials” sean inestables en su sitio de trabajo, es que una diferencia de apenas mil pesos en el sueldo luce tan grande, que es motivo suficiente para dejar un empleo por otro.
-Muchos sienten frustración por lo que atraviesan y sienten pena de ser vistos como una especie fracaso.