El volumen “Los autoestopistas galácticos”, de Douglas Adams, que reúne los tres primeros libros de su saga interestelar: “Guía del autoestopista galáctico”, “El restaurante del fin del mundo” y “La vida, el universo y todo lo demás”, ya está en México con una versión al español, de Benito Gómez Ibáñez y Damián Alou.

Estas historias presentan un plantel de personajes imbatible, como el terrícola “Arthur Dent”, al quien la construcción de una autopista hiperespacial desaloja de su casa, obliga a huir de su planeta y lanza a la aventura, y el extraterrestre “Ford Prefect”, a quien no le aceptan en ningún sitio las tarjetas American Express. Personajes entrañables del lector.

Además, aparecen otros personajes del autor, como el pirata esquizoide de dos cabezas y expresidente de Galaxia Zaphod Beeblebrox, así como el androide paranoide tendente a la depresión, que responde al nombre de “Marvin”, y la intrépida reportera transgalática “Trillian”, en una sucesión de andanzas rocambolescas y desternillantes para todo público.

Las historias transitan por muy diversos rinconcillos, raros, recónditos y peligrosos, de la Galaxia, donde Douglas Adams da respuesta a algunas preguntas trascendentales como ¿es posible que una nave acumule un retraso de 900 años con todos los pasajeros dentro? o ¿se puede lograr que una tetera automática prepare té bebible y sin aspecto de brebaje?

En la ciencia ficción caben la paranoia tecnológica, la metafísica, la épica, el terror y también las carcajadas cósmicas, como lo demuestra Adams en esta selección, una loca y estrafalaria aproximación al género de ese profesor tachado de chiflado, quien responde a la pregunta ¿puede el exceso de zapaterías provocar la destrucción de un planeta?

El lector en español ya puede disfrutar de Douglas Adams, genio del humor en la estela de Lewis Carroll, Jonathan Swift, Groucho Marx y los Monty Python. Este autor es el creador de toda una serie de manifestaciones diversas y contradictorias de la “Guía del autoestopista galáctico”, que salió a la luz por primera vez en forma de novela radiofónica.

Tras el rotundo éxito de la radionovela, el autor la convirtió en libro, y más adelante participó en las adaptaciones de la misma a series televisivas y teatrales. Además ofreció conferencias y participó en programas de televisión en todo el mundo, y colaboró de manera directa con la Dian Fossey Gorilla Fund y la Save the Rhino International.

Adams nació en Cambridge, Reino Unido, y vivió con su mujer y su hija en Islington, Londres, hasta que se trasladó a Santa Barbara, California, donde murió inesperadamente en 2001. Tras su muerte, la película del Autoestopista dejó atrás los bajos mundos de los guiones televisivos y ascendió hasta las altas cumbres de la producción, que se ha servido en gran medida del guión original de Adams.

“Los autoestopistas galácticos”, de Douglas Adams, está en las mesas de novedades del país en una bien cuidada edición del sello Anagrama, el cual ha publicado, entre otros títulos del autor, su “trilogía en cinco partes” formada por “Guía del autoestopista galáctico”, “El restaurante del fin del mundo”, “La vida, el universo y todo lo demás”, “Hasta luego y gracias por el pescado, “Informe sobre el pescado” e “Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva”.