Resulta muy difícil escribir sin pensar en los hechos acontecidos recientemente en el centro del País sin resaltar el altruismo y la solidaridad de la sociedad mexicana que, pese a los pobres Gobiernos, saca la casta en momentos de desventura. Pero deberé compartirles algunas ideas que resultaron de la información que ofrecieron los ponentes del Foro Internacional para el Turismo Sostenible del Turismo llevado a cabo el pasado viernes en las instalaciones de Cintermex, como un esfuerzo conjunto de autoridades de turismo locales y federales, del Clúster de Turismo de Nuevo León y de la fundación Mundo Sustentable.

En estos tiempos en que la humanidad requiere tener prácticas de resiliencia para llegar a la sustentabilidad, es indispensable crear nuevos paradigmas. Ahora resulta imprescindible planificar con una mirada de futuro, antes que construir productos turísticos. Es urgente dimensionar las causas que provocan los efectos del cambio climático y tomar conciencia de que estamos sobreviviendo en un mundo cada vez más colapsado.

Más allá del llamado que nos hace la Tierra con huracanes cada vez más temibles y terremotos cruentos, se observa la miopía de líderes occidentales y orientales que pretenden, con sus débiles pero peligrosas alocuciones, descalificar a los otros como si sólo existieran ellos sobre el planeta. 

Se debe tener una mirada social que, a la par de ofrecer actividades para el disfrute de los turistas, proporcione herramientas para encarar los nuevos desafíos de la crisis civilizatoria que vivimos.

La pobreza e ignorancia siguen imperando, por ello se deben ligar los esfuerzos humanos hacia mejores prácticas de consumo y producción, para que sea posible la mejora de la calidad de vida. 

Tenemos que poner el acento en los pueblos originarios receptores de turismo, ya que en su entorno geográfico es en donde existen los recursos bióticos más vulnerables. 

El turismo sustentable debe propiciar la redistribución del ingreso en la base de la pirámide y debe aleccionar a través del componente de la educación ambiental y la potenciación de la conservación de los ecosistemas. Hay que apostarle a las pequeñas escalas, buscar lugares que ofrezcan vida auténtica y en los que prepondere el esfuerzo colaborativo.

Por lo anterior, en la construcción del turismo sostenible es menester apropiarnos de los Objetivos 8, 12 y 14 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, sin dejar de considerar al resto de los Objetivos que dan marco a la Agenda 20130.

Los valores patrimoniales se potencian desde la emoción de los turistas, hay muchos imaginarios, pero sin duda el turismo sostenible es cuestión de sentimientos.

Promover economías circulares basadas en la industria creativa es una manera de enfrentar el cambio climático. La industria creativa debe ponerse al servicio del turismo sustentable
Hay que aprender a manejar las crisis y anticiparnos a ellas, ya sean las provocadas por contingencias naturales o las que surjan de las expresiones de la delincuencia organizada.

Hay que crear áreas protegidas urbanas para los habitantes de las ciudades y áreas naturales protegidas en la ruralidad para ser disfrutadas por los visitantes y para propiciar fuentes de ingresos a los lugareños a través del ecoturismo.

Lo que se debe hacer en América Latina y el Caribe es impulsar una infraestructura de turismo que tenga un manejo eficiente en el consumo de agua y energía eléctrica. El turismo sustentable enfocado en la reducción de la huella ambiental apoya la descarbonización de la economía y la existencia de la humanidad. Como dijo el ambientalista Rubén Pesci al momento de promover y hacer turismo: ¡Hay que enhebrarnos con la vida y con la historia!