La reseña: El punk no acepta puntos de vista autoritarios

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La reseña: El punk no acepta puntos de vista autoritarios

Teníamos la clara sensación de que nos estaban desperdiciando, de que éramos una generación cuyo potencial se estaba echando a perder (…) Ése es el carburante de lo que con el tiempo se convertiría en el movimiento punk".
John Lydon.

Por: NAZUL ARAMAYO

¿Cómo narrar la historia del punk? Resultaría paradójico intentar ponerle un corsé a un movimiento que desafía los puntos de vista autoritarios. 
Por eso John Lydon (Londres, 1956), mejor conocido como Johnny Rotten, el explosivo vocalista y líder de los Sex Pistols, escribe contra las biografías y documentales sobre el grupo que han realizado periodistas y figuras como Malcom McLaren.

Rotten reaccionó con “La ira es energía. Memorias sin censura” y contó su historia sin concesiones: infancia, adolescencia, el paso por uno de los grupos más influyentes de la música y la cultura pop pese a su corta trayectoria, su banda Public Image Ltd., proyectos de solista y en cine, televisión y teatro.

La autobiografía funciona como una radiografía de la época: la del inicio del punk. Es decir, de una generación inglesa nacida en la posguerra: la vida en el barrio donde había fábricas abandonadas y edificios destruidos donde los niños jugaban, los problemas de la clase obrera, la pasión por el futbol, la rigidez de un sistema educativo alejado del pulso vital de los jóvenes. 

John Lydon no pretende descifrar el sentido sociológico del punk, sólo se muestra honesto, porque eso es punk, ¿no?, vivir sin traicionarse.
 

La ira es energía. Memorias sin censura
John Lydon
Malpaso
Barcelona, España. 2015