En los últimos días una sombra siniestra recorre Europa: la suspensión de las negociaciones con Turquía. La entrada a la Unión Europea de Ankara, parece muy dudoso. Debido a que Alemania y Francia quieren suspender, o incluso cerrar las negociaciones con Turquía para su adhesión a la Unión Europea.

Los dos países europeos más importantes lo han expresado el otro día de una manera distinta, con solo acentos diferentes, pero de forma única.

Y nunca una indicación sobre la delicada cuestión, llegó tan clara por los gobiernos alemanes y franceses.

Turquía ha sufrido la peor parte y reaccionó de muchas maneras diferentes: medios agresivos, sin las declaraciones de los políticos, pero la diplomacia ya esta en marcha para intentar una maniobra desesperada para volver a la normalidad.

Y hay duda de que Europa se encamina a una crisis con Ankara. El ministerio de Asuntos Exteriores alemán advirtió por su parte a sus compatriotas que para viajar a Turquía, hay riesgo de detención arbitraria, incluso en las zonas turísticas.

Una medida que afecta seriamente al turismo turco, ya diezmado este verano por viajeros occidentales.

Angela Merkel, parecía menos dura sobre las relaciones con Ankara, en debate con su rival en las elecciones, Martin Schulz, sin embargo, volvió a hablar de ello en el Bundestag, la cámara baja del parlamento alemán.

“Turquía se está moviendo rápidamente fuera del cumplimiento de la ley”, declaró la canciller, en referencia a los muchos alemanes hoy presente en las cárceles turcas.

Luego se puso en marcha la “bomba”, indicando que las conversaciones de adhesión podrían ser suspendidas o incluso cerradas. La Unión Europea lo discutirá en la próxima cumbre en octubre.

En esta posición, unos momentos después, se asoció Paría. Con tonos aún más drásticos. Debido a que el portavoz del gobierno francés, Christophe Castaner, declaró el emisor de Francia: “La situación política de Turquía no permite ver una continuación de las discusiones. Puede continuar el diálogo, pero las negociaciones, en todos los aspectos, está suspendida, ahora no hay más. Esta es la realidad”.

Las reacciones de Turquía fueron de mucho enojo. A primera vista, el periódico pro gubernamental Aksam publicó una foto de la canciller, con bigote hitleriano y el título: “El legado de Hitler”.

Aún más tarde comentó Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco: “Atacar a Turquía y Erdogan, dejando de lado los problemas fundamentales y urgentes de Alemania y Europa, es un reflejo de la falta de visión en Europa”.

Recep Tayyip Erdogan mandatario turco, declaró: “La Unión Europea debe ser sincero. Si usted siente que no puede tolerar el estado actual de las relaciones entre Turquía y la unión europea, a continuación y hacerlo con coraje”.

“Será de gran ayuda en absoluto si usted muestra su verdadero rostro, sin acción hipócrita y la inmoralidad política. No digo que son nazis. Estoy diciendo que en esta situación se puede hablar de nazismo. No vamos a ser el motor de arranque de las campañas electorales en Europa”.

Con información de Repubblica