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Preocupa a Obispos de Texas leyes migratorias que buscan aplicar EU
Piedras Negras.- La Iglesia Católica está preocupada por el impacto que tendrán las leyes migratorias que busca aplicar el gobierno federal en Estados Unidos y por el impacto que tendrá en las familias que se encuentran de forma ilegal, aseguró el Obispo de la Diócesis de Brownsville, Texas, Daniel Ernesto Flores.
En conferencia de prensa, destacó que la Conferencia Episcopal se han expresado fuertemente respecto a las leyes migratorias que se pretenden aplicar en Estados Unidos por el impacto que tendrá en las familias.
“Hemos expresado nuestra preocupación. Los del gobierno ya saben que los obispos católicos defenderán los derechos y el bienestar de las familias migrantes. Siempre hemos tenido preocupaciones, sobre todo la ley SB-4que empezaría aplicarse a partir de este mes de septiembre, pero la que una corte de Estados Unidos la aplazo por un tiempo no definido”, afirmó.
Señaló que lo que les preocupaba es con la nueva ley, cualquier autoridad podía preguntar por el estatus migratorio de la persona en caso de que se cometiera alguna infracción a la ley de tránsito, por mencionar, porque eso es un asunto federal y no del estado.
Aseguró que la iglesia expreso fuertemente, que esto va a causar mucho daño al estado de Texas, pero especialmente a los residentes fronterizos, en tanto se ha estado comunicando y orientando a las familias migrantes a defenderse de la autoridad sobre los derechos que tienen
“Como seres humanos, tenemos derechos a que nos respeten, independientemente de las leyes de cada país, pero se nos debe de respetar por las autoridades, y por eso la voz de la iglesia se escucha en Estados Unidos”, subrayo.
Dijo que durante la reunión Binacional de Obispos de la frontera Estados Unidos y México, buscan fortalecer las acciones para apoyar a los desplazados de otros países que emigran a Estados Unidos, y proteger los derechos humanos.
Finalmente dijo que la iglesia cumple con su misión que es el de ayudar al necesitado, porque eso se plasma en el evangelio, independientemente de su situación migratoria en Estados Unidos, al igual como lo hace en cualquier parte del mundo.