El 2016 fue el año más caluroso de la historia, según el informe sobre el Estado del Clima presentado hoy por la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, según sus siglas en inglés).

Este récord fue posible por la influencia combinada del calentamiento global y la corriente cálida de "El Niño" a principios de año.

Numerosos indicadores, como las temperaturas de la tierra y de los océanos, el aumento del nivel del mar y las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera batieron los récords establecidos el año anterior, lo que es consistente con el calentamiento de la tierra.

El informe se realiza con la contribución de unos 500 científicos de más de 60 países.

Entre los indicadores de un calentamiento de la tierra que destacan, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera registró en 2016 el mayor aumento desde el comienzo de las mediciones, hace 58 años.

En el promedio mundial, la concentración fue de 402.9 partes por millón, por lo que por primera vez se superó la marca de 400.

El dióxido de carbono es el principal gas proveniente de la actividad humana que provoca el llamado efecto invernadero, que genera el calentamiento global.