Cómo elegir el color de tus paredes

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Cómo elegir el color de tus paredes

A la hora de quedarte con el color, debes tener en cuenta también toda una serie de factores como el tono de los muebles de la habitación.
Saber elegir el color de las paredes de tu casa no es una tarea fácil. Y es que cada tono, además de decorar y de darle un ambiente diferente a tu hogar, tiene la capacidad de influir notablemente en tu estado de ánimo. Averigua qué colores nunca pasan de moda y cuáles son los más apropiados para cada tipo de habitación.

Algunas teorías como el Feng shui o la cromoterapia creen que los colores pueden determinar tu estado de ánimo. Los orientales piensan que el color influye notablemente en tu vida, marcando incluso tu éxito profesional o tus relaciones personales, y la cromoterapia sostiene que los colores contribuyen a la curación natural de ciertas enfermedades.

La elección del color de las paredes de tu casa te afectará a ti y a tu familia, por lo que dar con el tono adecuado no será una decisión fácil. Pero te será muy útil saber que los colores claros o pastel son los más recomendables.

El  salmón, champán, hueso, marfil o beig darán a tu casa una mayor sensación de paz, ya que reflejan tranquilidad y pureza, y podrás utilizarlos en todas las habitaciones.

Pero si prefieres pintar tus habitaciones de un color diferente, apuesta por el durazno, el rosa palo y las gamas suaves de púrpura, azul o verde para los dormitorios.

Los colores como el gris oscuro, aunque se han puesto últimamente de moda, no son muy recomendables, a no ser que los utilices en salas muy grandes e iluminadas. Estos colores hacen que las habitaciones parezcan más pequeñas y no son los más adecuados para generar estados de ánimo positivos.

Los colores cálidos, como los rojos o naranjas, sí se caracterizan por estimular algunas sensaciones como alegría o cercanía, pero no son muy recomendables para la mayoría de las habitaciones de la casa. Sólo suelen funcionar bien en los dormitorios de los menores, pues dan un aspecto más juvenil y en determinadas habitaciones en las que habrás que tener en cuenta otros factores como el color de los muebles.

DEBERÁ COMBINAR

A la hora de dar con el color apropiado debes tener en cuenta también toda una serie de factores como el tono de los muebles de la habitación, de las telas y cortinas, y de los complementos (lámparas, cuadros, portaretratos, velas, etc.). El color también decora y, por lo tanto, deberá ir a juego con el resto de los elementos de la sala. 

El  blanco es una apuesta segura que nunca pasa de moda. No te causará ningún problema. Los tonos claros o pastel tampoco lo harán, siempre que no te excedas y uses varios y de muy diferentes colores. 
Pero debes tener un cuidado especial con los tonos oscuros y cálidos, porque en este caso la gama para el resto de complementos será menor. Lo mejor será usar colores que generen contraste como el blanco o el madera. 

Otro aspecto importante será decidir la tonalidad con la que pintarás el pasillo y el techo. Aunque es habitual que los techos sean simplemente blancos, cada vez se está poniendo más de moda decorar esta parte de las habitaciones como si de una pared más se tratara. 

Si te decides a pintarlo, debes saber que si lo haces del mismo colorido que el resto de las paredes la sensación de amplitud será mayor –al igual que sucede con el blanco–,  pero si lo que buscas es hacer que tu techo no parezca tan alto, debes optar por un color más oscuro que el resto de la pared.

Con los pasillos sucede igual, aunque es mejor que siempre te decidas por los tonos claros, como el champán, el salmón o el blanco, sobre todo si estos son largos y estrechos. 

La luz será también un factor a tener en cuenta en los pasillos y en el resto de las habitaciones, porque los tonos más claros tienden a reflejarla mientras que los más oscuros tienden a absorberla. 

En azul

Los azules recuerdan al color del océano. Por ello esta temporada se pusieron de moda. El azul proporciona un ambiente de marcado carácter masculino al ser un color fuerte y profundo, sin embargo el contraste con el blanco del techo y las molduras consigue suavizar la combinación.

En verde

Pinta el techo de blanco para romper la monocromía del verde en las paredes. Si quieres una cocina tradicional y modernista, instala toques marrón anaranjado con madera. 

En turquesa

El color turquesa es un color que está muy de moda, y la razón es muy sencilla: se lleva lo blanco y lo antiguo. Pinta una de las paredes de tu pequeño despacho. Si tienes una de esas habitaciones a lo alto de una escalera a la que quieres sacar partido pero no sabes cómo, el turquesa será tu aliado.

El turquesa, al igual que en otras estancias de la casa, funciona especialmente bien en los dormitorios, sobre todo en aquellos combinados con muebles clásicos en blanco. Por supuesto, el turquesa es ideal para el cuarto del bebé, ya que le aporta un toque dulcificado, también en combinación con el blanco. 

En amarillo

Si eres una persona atrevida o quieres dar un cambio radical a tu vida y necesitas energía y positivismo, no cabe duda que el amarillo será el color elegido. El amarillo es optimismo en estado puro, un color que puedes rebajar con los complementos en blanco y tonos pastel que ayudan a suavizar el ambiente.

En lila

Un color profundo, solemne, un tono que te lleva a la reflexión y meditación. Cuando optas por un color tan potente en todas las paredes es importante dejar el techo en un color preferiblemente blanco ya que de esta manera contrarrestarás la potencia de las paredes con la suavidad del techo. Ten especial cuidado al elegir el color del piso.