Entre llanto y sudor vivieron sus últimos minutos en el tráiler de San Antonio

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Entre llanto y sudor vivieron sus últimos minutos en el tráiler de San Antonio

Algunas personas llevaron flores, globos y hasta una botella de agua al altar improvisado para honrar la memoria de los migrantes muertos.
Sobrevivientes contaron que debían pagar 5 mil dólares una vez que llegaran a Estados Unidos

SAN ANTONIO, Tex.-Al interior del remolque estaba oscuro, apiñado con unos 90 inmigrantes, o más, y ya estaba caliente cuando salió de Laredo en Texas para recorrer 240 kilómetros hacia el norte a San Antonio.
No pasó mucho tiempo antes de que los pasajeros, quienes sudaban copiosamente en el creciente calor, comenzaran a llorar y rogar por agua. Los niños gimoteaban. 
La gente tomaba turnos para respirar a través de un hoyo en la pared del remolque. Golpearon la estructura y gritaron para llamar la atención del conductor. Luego comenzaron a desmayarse.
Para cuando el conductor se detuvo en un Walmart de San Antonio alrededor de la medianoche el domingo y abrió la puerta, ocho personas estaban muertas y dos más morirían pronto en un intento de traficar inmigrantes que salió terriblemente mal.
Los detalles del viaje fueron recontados el lunes por un sobreviviente a la agencia AP, y en una denuncia penal contra el conductor, James Matthew Bradley Jr., quien podría enfrentarse a la pena de muerte por las 10 vidas perdidas.
"Después de una hora escuchaba que lloraban, pedían agua. Y yo también sudaba. Toda la gente se desesperaba. Y después perdimos la conciencia”, dijo Adan Lara Vega a la AP desde la cama de un hospital.
Varias de las personas en el interior eran de México y Guatemala. Muchos de los inmigrantes habían contratado a traficantes de personas, quienes los pasaron a través de la frontera hacia Estados Unidos, los escondieron en casas y luego los pusieron a bordo del camión para el trayecto hacia el norte, según informes dados a los investigadores.
PELIGROSA TRAVESÍA
Un pasajero describió una arriesgada travesía que inició en México, diciéndoles a investigadores que él y otros cruzaron en una balsa hacia Estados Unidos, después de pagarles a traficantes de personas 12 mil 500 pesos mexicanos, una cantidad que también incluía protección del cártel de drogas de Los Zetas.
Luego caminaron hasta el día siguiente y se subieron a una camioneta pickup hasta Laredo, en donde fueron colocados en el remolque para ser llevados a San Antonio, según la denuncia. El pasajero dijo que debía pagarle a los traficantes 5 mil 500 dólares una vez que llegaran.
Otro migrante les dijo a las autoridades que era parte de un grupo de 24 personas que permanecieron en un “depósito” en Laredo durante 11 días antes de ser llevados al camión.
Lara Vega le dijo a AP que los traficantes que lo ocultaron a él y a seis amigos en una casa de Laredo les dijeron que irían en un espacio con aire acondicionado.
El jornalero mexicano de Aguascalientes dijo que cuando se subieron al tráiler en una calle de Laredo la noche del sábado para el viaje de dos horas a San Antonio, ya estaba lleno de gente pero estaba tan oscuro que no distinguieron cuántos eran.
Agregó que nunca le ofrecieron agua y nunca vio al chofer. Lara dijo que cuando la gente es llevada sin autorización a Estados Unidos, les piden no ver los rostros de los encargados y lo mejor es obedecer.
El chofer había dicho que nadie recibió el camión pero otro migrante dijo que seis camionetas negras esperaban para recoger a las personas y que se llenaron en cuestión de minutos. En el video de seguridad de la tienda se ve que varios vehículos recogen a algunas personas.
Lara Vega dijo que fue deportado de Estados Unidos hace tres años, pero decidió volver a intentarlo por la crisis económica en donde vive con su esposa, hija de 4 años e hijo de 3.
Uno toma decisiones sin pensar en las consecuencias”, dijo, “pero pues gracias a Dios aquí estamos bien”.