Coahuila, líder en embarazo adolescente

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Coahuila, líder en embarazo adolescente

Solución. Según la Secretaría de Salud, la comunicación entre padres e hijos es básica para atacar el embarazo juvenil. Foto: Especial
Tenemos que incrementar mucho la atención de los padres de familia en ese tema”.
Jorge Verástegui, titular de Salud en Coahuila

El embarazo juvenil, es uno de los principales problemas a nivel nacional, que entre otras cosas, logra reflejar que hay un retraso en la educación sexual, y poca responsabilidad en el uso de anticonceptivos en la sociedad. 

Sorprendió en las redes sociales un spot recientemente realizado por la Secretaría de Salud del Estado de Tabasco, donde se aprecia a una pareja de jóvenes sufriendo las consecuencias del compromiso que genera la paternidad: alimentar a un bebé gigante en dimensión, y cubrir sus necesidades fisiológicas, fueron los ejemplos del caos que se puede sufrir si no se está preparado para concebir una responsabilidad de ese tipo. 

Postura
Muchos de los padres también logran admitir su parte de la responsabilidad.

“Los dejamos mucho tiempo solos, no les ponemos atención, o estamos trabajando’’, dice Jorge Verástegui que son las respuestas más comunes, que se traducen en el daño colateral que ha generado la industrialización y el desarrollo por la que los padres abandonan el seno familiar.

Se han aplicado encuestas de salida, donde al menos la mitad de los jóvenes admiten conocer o haber conocido los métodos anticonceptivos antes de su embarazo; sin embargo, muchos de los que se incluyen en la lista responden que ‘les ganó la calentura’”

Niñez interrumpida. Historia de Nallely, una de tantas niñas saltillenses que 'salió' embarazada

Por: APOLONIO ALVARADO

Mónica no para de llorar; desde hace días su hogar es un infierno.

Pasa los días caminando por su casa buscando una respuesta a tantas preguntas que asaltan su mente; ni sus hijos, los más pequeños, logran sacarla del marasmo en que ha caído, es más, mejor le huyen para que sobre de ellos no descargue su ira contenida.

Axel y Juan, de tan sólo 6 y 8 años, no se explican qué sucede, pero en la calle con sus amiguitos se la pasan mejor que al lado de su madre, de su padre, mejor ni hablar, se ha convertido en un ogro.

La amargura se respira en la casa de dos recámaras, la sala que también sirve para ver tele y la cocina donde el alimento diario son gritos y reproches.

Es una casa como muchas,  de barrio popular con fachada de colores chillantes. Ahí viven Mónica y su marido Juan, un macho acostumbrado a mandar a gritos, “por eso es el que lleva los pantalones”; Axel y Juan, los más chicos, y Nallely, la princesa de la casa.

Ella, la jovencita de 14 años está por terminar la Secundaria; estudia en la “Tres”, una escuela de la colonia Bellavista. No es una alumna brillante pero tampoco se “llevó ninguna materia”; es una niña promedio.

Así como su madre, Nallely se ha vuelto huraña, ya no se le ve por las calles con sus amigos; va de su casa a la escuela y se regresa a toda prisa para encerrarse en su cuarto... así pasa el tiempo.

Atrás quedaron los días que ilusionada, junto con su padre y madre preparaba la fiesta de graduación: que el vestido, que el ramo, el anillo… todo eso ya es olvido. ¡Ah!, y qué decir de los planes para sus “Quince”, si hasta el padre vendió la troca porque su princesa “merece todo”.

El salón, conjunto, vestido, músicos, todo eso está listo porque, ¿sabe? los 15 los cumple en agosto, aunque las invitaciones aún no se han repartido; de eso ya nadie habla.

Juan, el padre, desde hace tiempo se refugió en el alcohol y así es mejor no hablar con él, ya hasta ni al negocio que tiene le pone atención; el vino es su confidente, su amigo…

Una mañana, de esas cuando en ese hogar reinaba la alegría y las risas se escuchaban hasta en la calle, Nallely, al prepararse para ir a la escuela descubrió dos pequeñas protuberancias en medio de sus aún no desarrollados senos, eran algo así como barritos, pero de mayor tamaño y algo duros. De inmediato fue con su madre.

Alarmada, Mónica la llevó con el Doctor Simi, quien le aconsejó que fuera un ginecólogo quien la valorara.

El especialista ordenó sacarle unas radiografías; el asunto era más que urgente. Al estar a punto de sacarle las placas, el encargado de rayos x lanzó la pregunta: “¿No estás embarazada, verdad?”.

Nallely salió llorando del lugar, lo que alarmó a su madre, quien asustada preguntó lo que pasaba. La niña, la princesa de papá soltó la verdad: “¡Estoy embarazada!”. Mónica sintió que el piso se hundía y con él todas las ilusiones que tenía puestas en su hija. Desde entonces perdió el interés por la vida.

Nallely, aunque pasó el examen de admisión en la Universidad Tecnológica de Derramadero, no sabe si logrará su sueño de terminar la prepa.

En México, cada año 450 mil adolescentes resultan embarazadas y Coahuila es líder en embarazo precoz. Nallely es parte de estas estadísticas.

Según los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el primer lugar de los 34 países que integran a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en cuanto a embarazo adolescente, lo tiene México, contemplando solamente las edades de entre 15 a 19 años, aunque la Organización Mundial de la Salud señala que esta etapa da inicio a partir de los 10 años.

Esto indica, que en el ranking que comparten Coahuila, Estado de México, Zacatecas, Guanajuato, Morelos, y Nuevo León, se constituye una tasa aproximada de 77 alumbramientos en menores de 20 años por cada 100 mil. 

Las cifras de la Dirección de Evaluación Nacional de Prevención de la Secretaría de Salud, indican que fue apenas en 2016, cuando Coahuila logró bajar de 60 mil 214 a 58 mil 922 embarazos precoces.

El titular de la Secretaría de Salud en el Estado, Jorge Verástegui Saucedo, indicó en entrevista con VANGUARDIA, que la problemática está generada tanto por la falta de responsabilidad en las jóvenes, como por la desatención de los padres al frente de la familia. 

Señala, que dentro de algunos casos, se han aplicado encuestas de salida, donde al menos la mitad de los jóvenes admiten conocer, o haber conocido los métodos anticonceptivos antes de su embarazo; sin embargo, muchos de los que se incluyen en la lista responden que ‘’les ganó la calentura”.

Aunque jóvenes conocen los métodos anticonceptivos, los desechan y afirman que se dejan llevar por el deseo

No todos los estados tienen cifras confiables y seguro hay algunos que no están mejor que Coahuila, dice Secretario de Salud. Foto: Especial

Eso del ranking no es exacto: Verástegui

 

En cuanto a la posición que ocupa Coahuila en el ranking de embarazo juvenil a nivel nacional, el secretario de Salud, Jorge Verástegui, respondió que uno de los motivos se debe a que la Secretaría de Salud ha aportado a la Federación todos los datos de las incidencias; sin embargo, hay muchos otros estados que no lo hacen por falta de tecnología o comunicación.

“Hay muchas entidades que gracias a las condiciones geográficas no registran todo. No creo que estados hermanos como Chiapas y Guerrero estén mejor que nosotros en ese aspecto, pero hay que recordar que sus condiciones son muy diferentes. Allá es complicado subir las cifras que se producen en comunidades que viven sobre la selva”, dijo. 

Durante 2012, cuando Coahuila ocupó el quinto lugar en el rankin nacional, hubo en total 58 mil 510 mujeres embarazadas en un rango menor a los 20 años, lo cual significa que el 19.53% de todos los nacimientos fueron de este tipo de casos. 

En 2013, el porcentaje aumentó a 20.42%, cuando el estado ocupó el segundo lugar a nivel nacional por las 59 mil 455 mujeres con las mismas características que dieron a luz en algún hospital público o privado del Estado. 

En 2014, 2015 y 2016, Coahuila ocupó el primer lugar, según el Subsistema de Información de Nacimientos (Sinac), con un 20.16%, 19.64%, y 18.96% de embarazos en mujeres menores de 20 años, con un total de 59 mil 724, 60 mil 214, y 58 mil 922 incidencias en cada uno de los años. 

Aunque la disminución en embarazos juveniles fue de sólo 859 casos, Verástegui Saucedo indicó que las cifras nuevas se debieron a la activación de los “Consultorios Amigables” que se tenían dentro de los hospitales para orientar a los jóvenes en cuanto a salud sexual. 

“Los Consultorios Amigables que se tenían dentro de los hospitales para atender a los jóvenes en cuanto a orientación de cómo cuidarse y cuáles son los métodos se sacaron de los hospitales, y por ejemplo ahora ubicamos uno frente a la biblioteca de la Alameda de Saltillo”, aseguró Verástegui. 

Las cifras actuales, engloban a las jóvenes que alumbraron antes de cumplir los 20 años; sin embargo, también toma en cuenta que del total de las incidencias hubo un 1.6% y hasta un 2.7% de embarazos en niñas menores de 15 años. 

El titular de la Secretaría de Salud señala, que el problema es tan integral, que la orientación no ha quedado sólo en manos de esta dependencia, sino también tienen que actuar el DIF, la Pronnif, la Secretaría de Juventud y la Secretaría de la Mujer, a donde también deben acudir los padres que deseen acercarse a sus hijos con el tema de la prevención. “Tiene que mejorar mucho la comunicación en la familia”, dice.

EL DATO

El decreto que propuso el Gobernador, donde se prohíbe a menores de edad contraer nupcias, es otro de los métodos gracias a los cuales las cifras de embarazo juvenil han disminuido.