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3 valores que ya no se enseñan a las mujeres
Cuando yo era adolescente mi mamá me decía que cuando ella era joven, muchos de los problemas que yo enfrentaba no eran tan nocivos. Por ejemplo, me decía que no conocía a nadie que usara drogas, y aunque sabía bien que existía el sexo antes del matrimonio, la mayoría de las jóvenes decidía abstenerse y por ende no conocía a nadie que hubiera tenido un embarazo a tan temprana edad. No existía la pornografía en una pantalla, y tampoco se hablaba tanto de la adicción. Los tiempos han cambiado, y aunque las cosas estaban complicadas cuando yo era adolescente, las adolescentes de hoy en día enfrentan situaciones todavía más difíciles.
La sociedad está cambiando y no del todo para bien. Ahora se acepta, y hasta se valora, la liberación sexual, el uso de drogas, el que la mujer no sea delicada, sino que se exprese a través de groserías o vulgaridades. Es mi opinión que tenemos la responsabilidad como madres enseñarle a nuestras hijas que los principios morales nunca pasarán de moda, y que son estos valores los que llevan a la felicidad y estabilidad tanto del núcleo familiar como de la sociedad en sí.
A continuación te presento algunos de estos valores que estamos olvidando y que necesitamos recuperar desesperadamente.
1. El decoro y la modestia
Parece ser que entre más enseñas, más mujer eres. No entiendo esta percepción ya que mujer de verdad es aquella que valora su cuerpo; es aquella que sabe no se le da libremente al primero que toca la puerta. Mientras creo que es importante mencionar que como mujeres somos seres sexuales también, pero esta sexualidad se solía mostrar solo cuando existía la promesa de siempre, y el deseo de estar juntos ante la ley y ante Dios.
Enseña a tu hija a no dejar la modestia ni el decoro de lado, enséñale que la promesa de siempre no es una fantasía sino una realidad para aquellas que lo buscan y lo exigen de quien toca su puerta.
2. Lo que significa ser femenina
Parece que hoy día, mientras más violenta y más agresiva mucho mejor. No quiero decir que una mujer no debe de tener ninguna de estas características ya que existen situaciones en donde estas no solo son buenas, sino que necesarias. Pero lo que sí quiero decir es que estas cualidades están suplantando a las características que se consideran femeninas tales como: la ternura, el cuidar de niños, la sensibilidad, sentir emociones, la delicadeza entre muchas otras de las que deberíamos sentirnos orgullosas de tener. Enséñale a tu hija que estas características son lo que la hacen diferente de un hombre, que son preciadas, deseadas, y necesarias en esta sociedad.
3. La mujer no solo vale por su cuerpo
Me cuesta decirlo, pero la realidad es que las mujeres aceptan de conformidad lo que la sociedad ofrece como suficiente: lo único que importa es tu cuerpo; tu capacidad de ser sexual es tu característica más deseada; un hombre no necesita ofrecerte nada especial para compartir con él algo tan especial y sagrado.
Éstas y otras ideas que hacen ver a la mujer como un objeto, me hacen decir: “¡Suficiente!” No permitas que tu hija se conforme con la imagen que le dictan los medios. Es necesario que sepa su valía y que no se conforme con nada menos.
No necesitas preocuparte de que tu hija sea perfecta. La sociedad no necesita perfección, pero sí muchas mujeres con valores altos, con valores que estén en cimientos firmes, ya que lo tú le enseñes tendrá un impacto en generaciones por venir.