La aventura intelectual de Carlos Monsiváis

Usted está aquí

La aventura intelectual de Carlos Monsiváis

Foto: Tomada de Internet
Más que un cronista, fue el gran promotor e impulsor de diversas empresas culturales

Cuando se armaba la exposición Difamación a la miniatura se mostró una maqueta en torno a Gabriel Vargas, donde una figura de Carlos Monsiváis estaba en la mesa con la Familia Burrón: el cronista pidió que se tapara y su rostro se cubrió con una especie de máscara hecha con papel estraza.

El ejercicio de memoria le pertenece a Evelio Ramírez, jefe de Colecciones del Museo del Estanquillo, porque el escritor es el protagonista de la más reciente muestra del recinto:  Monsiváis y sus contemporáneos, organizada no solo como una manera de rendir homenaje a la figura del cronista, sino a todos aquellos que lo acompañaron en sus aventuras culturales.

“Se han hecho exposiciones importantes sobre el grupo de los Contemporáneos en el Palacio de Bellas Artes y otras dedicadas a distintos autores mexicanos; sin embargo, a Carlos lo tenemos un poco encasillado en el tema del cronista de la ciudad, del gran participantes de movimientos sociales y políticos, en la gran conciencia de México…

“Sí, pero qué más fue Carlos,  qué era en sus orígenes y qué siguió siendo toda la vida: un gran intelectual, eso todos lo sabemos, un gran hombre de letras no solo en la crónica, y además un gran promotor e impulsor de empresas culturales”, explica Francisco Vidargas, quien se encargó de la curaduría de la exposición.

Conformada por más de 400 piezas, entre fotografías, documentos, videos y obras de artistas como Francisco Toledo, Vicente Rojo, Juan Soriano o Leonora Carrington, la muestra busca reconocer sus aportaciones en distintas empresas culturales, pero también a quienes lo acompañaron a lo largo de los años, sobre todo José Emilio Pacheco y Sergio Pitol.

“A finales de los años 50, Carlos empieza junto con Pacheco y Pitol a desarrollar una serie de actividades juntos, se convierten en los principales contemporáneos de Carlos, quienes lo acompañan en todas las empresas culturales: sin José Emilio y sin Sergio no se podría concebir mucho de lo emprendido por Carlos y, a su vez, en el Inventario habrá que rastrear todo lo que aportó Carlos a Pacheco, y todo lo que dio a la trayectoria literaria de Sergio”, explica el curador durante la presentación de la muestra, acompañado de Henoc de Santiago, Evelio Ramírez, Ana Catalina Valenzuela, Aldo Sánchez y Beatriz Sánchez Monsiváis.

Diversidad

Uno de los principales objetivos de Carlos y sus contemporáneos fue hacer una revisión de aspectos poco conocidos en la trayectoria del escritor —los menos difundidos—, como el crítico de arte, el involucrado en el cine y la crítica, gracias a Nancy Cárdenas que lo invita a codirigir un proyecto en Radio Universidad, o su participación en cine y en televisión, “incluso se rescató un disco memorable que impulsó Alfonso Arau”.

“Se trata de ver a Carlos con esa visión universalista, porque su trato no era solo con los escritores mexicanos; hay una imagen que nos prestó Rogelio Cuéllar con Salman Rushdie, donde se demuestra la universalidad que tenía Carlos como escritor”, cuenta Francisco Vidargas.

En los nueve núcleos que conforman la exposición se va desde la formación de Monsiváis y sus primeros proyectos culturales; comienza con Elías Nandino, el puente entre los contemporáneos y esta generación, atraviesa la revista Medio Siglo —que hacían Carlos Fuentes y Porfirio Muñoz Ledo—, participa en Nuevo Cine con José de la Colina, Salvador Elizondo y Jomi García Ascot; incluso en empresas editoriales con Emmanuel Carballo, muchas veces al lado de José Emilio Pacheco y Sergio Pitol.

De acuerdo con el subdirector del Museo del Estanquillo, el solo nombre de Carlos Monsiváis engloba a toda la segunda mitad del siglo XX, por lo cual se buscó cubrir todos los núcleos con obra muy poco vista y “aunque habrá el caso de algunos fotógrafos que habían publicado esas imágenes, procuramos mostrar aquello que no es tan conocido”.

Esta idea de lo inédito o lo poco conocido guió gran parte del objetivo de Carlos y sus contemporáneos, sobre todo en la parte de las fotografías, pero también en las obras de arte, que reflejan un lado poco difundido de su pasión como coleccionista, explica Henoc de Santiago, director del Museo del Estanquillo.

“Hacemos un énfasis importante en la colección de arte de Carlos, porque no sólo es —como muchas veces se cree— arte popular o cultura popular. También hay una colección muy importante de arte, van a ver algunas joyas como de Toledo, Diego Rivera, Gunther Gerzso, Olga Costa, que son dignas de estar en cualquier museo del mundo”.

La exposición (que abre sus puertas mañana, a partir de las 19:30 horas) comienza con el núcleo “Carlos antes de Monsiváis” y concluye con “Y la redacción se despide”, donde se mostrarán más de 130 libros del escritor y videos de sus amigos recordándolo.