Un cuarto de una bodega localizada a un costado de la Iglesia del Ojo de Agua, inexplicablemente comenzó a incendiarse, lo que originó la movilización de los cuerpos de rescate del departamento de bomberos.

La columna de humo negro que emanaba el fuego del interior de la bodega se podía ver desde distintos puntos de la ciudad, siendo los oficiales municipales los primeros en acudir al siniestro el cual se presume fue provocado.

Al llegar los vulcanos trabajaron para impedir que el fuego creciera y de inmediato abrieron una puerta del costado de la bodega para entrar y comenzar a sofocar las llamas.

Posteriormente se abrió la cortina delantera, rompieron un candado y la levantaron para que el aire fluyera además de atacar las llamas por otro lado y evitar que prendieran de nuevo.

El lugar se localiza en las calles de Félix U. Gómez y Miramontes, es un terreno de locales comerciales de mercado que se encuentra abandonado, por lo que no hubo más que pérdidas materiales que probablemente nadie reclame.