Rousseau y el origen de la libertad civil

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Rousseau y el origen de la libertad civil

Celebrando el aniversario del filósofo suizo y su obra más relevante: “El Contrato Social”

El escritor y pensador Jean-Jacques Rousseau había vivido la mayor parte de su vida en Ginebra, una ciudad no muy modernizada con un estilo de existencia modesto. Tras mudarse a la ciudad de Paris para enseñar música, el autor notaría la diferencia entre la naturaleza y la sociedad.

En su obra más importante “El Contrato Social”, que serviría como base ideológica para la Revolución Francesa de 1789, el pensador establecía la premisa que los seres humanos adoptamos una “prisión” al ser formar parte de una sociedad, rechazando la libertad natural que gozan los animales. Esto fue expresado célebremente en la siguiente frase del filósofo:

El hombre nace libre, y donde quiera está encadenado
Jean-Jacques Rousseau

Rousseau creía que los hombres habían perdido su conexión con su libertad natural de vivir una vida sencilla sin lujos como un hombre salvaje. Bajo esto, acuñó el término “noble salvaje” para referirse a la idea de un hombre salvaje lleno de valores idóneos que no da pie a la vanidad o la avaricia.

El pensador afirmó que las personas aceptamos una “libertad civil”, la cual la definió como la libertad de comportarse moral y racionalmente dentro del contexto de reglas acordadas por la “voluntad general”, o la voluntad conjunta de las personas por buscar la armonía  y mejorar la sociedad.

Un ejemplo similar sería el siguiente: Imaginen cuatro jugadores de futbol. Todos tienen la libertad y posibilidad de desarrollar sus habilidades sin restricciones a nivel individual. Sin embargo, si los jugadores optan por formar equipo, serán restringidos a un esfuerzo en conjunto para alcanzar distintas metas en conjunto como un campeonato.

Rousseau también marcó una nueva forma de educación enfocada en los niños con su obra “Emilio” o “De la educación”, donde establecía que los niños no nacen siendo “malvados”, cosa que era común en la época, sino amables y nobles.

Futuros romanticistas se basarían en las obras de Rousseau para enaltecer la juventud, las pasiones, la naturaleza y los sentimientos, sobre la adultez, el orden, la modernidad, y la preservación. El suizo falleció el 2 de julio de 1778 en Ermenonville, Francia.