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Legionarios: responsables de la violencia entre Colegio Irlandés y Cumbres
La violencia desatada entre alumnos de los colegios Cumbres e Irlandés, hace una semana en la Ciudad de México, y que se convirtió en trending topic de las redes sociales, no pueden sino evidenciar que la orden de los Legionario de Cristo son, a querer y no, artífices del caso.
El periodista Ricardo Raphael sostiene que no es la primera vez que hay choques similares en los que participan estudiantes de los colegios de élite fundados por el sacerdote mexicano Marcial Maciel, y que operan en diversos países del mundo.
“Los Legionarios enseñan en sus aulas los principales antivalores de este sistema social:”, escribió en su columna de este jueves, “exaltan el privilegio, abrazan la impunidad, practican la corrupción, discriminan, desprecian el mérito y se benefician de que el elevador social mexicano esté descompuesto”.
Raphael es autor del libro “Mirreyes” en los que documenta sucesos registrados al interior de la Legión y que se visibilizan en los exclusivos colegios que administra esa orden y que tantos escándalos desató en años recientes.
El articulista tituló su texto, “La responsabilidad es de los Legionarios”, que inicia destacando que la violencia es una constante en esos planteles, a pesar de su inspiración católica.
“Deberían abrir una oficina dedicada a los deslindes. Cada año tienen que desmarcarse de los desmanes que hacen sus alumnos. Dicen los Legionarios de Cristo que su orden no tiene nada que ver con los videos discriminatorios que cada año escandalizan en México.
“Esta vez también enviaron una carta a los medios de comunicación para tomar distancia con respecto al pleito en la graduación de sus preparatorianos del Colegio Cumbres. Y sin embargo son responsables porque esa orden religiosa ha sido activa promotora de la cultura del ‘Mirreynato’”, escribió.
Recuerda el articulista de El Universal que los videos de graduación de las escuelas de los Legionarios de Cristo son famosos porque enaltecen la imagen del hombre blanco, principesco, rico y arrogante, donde el “Mirrey” es siempre el personaje principal de esa pieza ya clásica del mes de junio mexicano.
Los Legionarios suelen argumentar que la sublimación del privilegio viene de casa, indica. Resulta más fácil echar la culpa a los padres que a los valores morales dominantes en sus respectivas escuelas, además, una y otra vez transmiten el mensaje de que, por ser privilegiados, a sus muchachos no debe ocurrirles nada.
“Los Legionarios ocultaron durante años los pecados miserables de su fundador, Marcial Maciel. También escondieron las prácticas de pederastia que otros ocho integrantes de su congregación sostuvieron contra de decenas de estudiantes. Si el fundador murió impune, ¿por qué sus descendientes morales no habrían de gozar del mismo fuero?”, parece ser la lógica de la orden.
Ricardo Raphael subraya que la riqueza amasada con las estratosféricas colegiaturas que pagan sus educandos se invierte por los Legionarios en negocios oscuros.
“El periodista Raúl Olmos reveló hace no tanto que esa orden invierte en la fabricación de armas, la producción de píldoras anticonceptivas y suele lavar dinero en paraísos fiscales”.
Otra transgresión de su fe católica es la reiteración de actitudes discriminatorias, pues en sus colegios, la Legión exalta privilegios y, al mismo tiempo, lleva a despreciar a la mujer, a las personas morenas, al pobre, al ciudadano de a pie.
“Es a tal punto permisiva esta educación discriminatoria que los alumnos del Colegio Irlandés pudieron discriminar a los del Colegio Cumbres”, destaca. “Parece un mal chiste y sin embargo éste fue justo el origen del pleito relatado antes”.
En esos colegios lo que importa son el apellido o el dinero de los padres y no el esfuerzo que los alumnos. Los Legionarios nacieron en un País donde el ascensor social está descompuesto y se han aprovechado de ello para hacer fortuna fundando escuelas que no son tales sino clubes sociales.
“El ‘Mirreynato’”, concluye Ricardo Raphael, “produce violencia y por desgracia el episodio de la graduación del Cumbres volverá a repetirse mientras hay lugares que educan para el privilegio, la impunidad, la corrupción y la discriminación”.