Violinista kurdo truncó sus sueños en el mar

Usted está aquí

Violinista kurdo truncó sus sueños en el mar

Tragedia. Con solo 22 años, Baris Yazgui se embarcó en busca de una mejor vida pero no llegó. / Archivo
Con tan sólo 22 años, Baris Yazgi, un kurdo originario de Turquía, se embarcó junto con decenas de refugiados más en un bote en el mar Egeo el pasado 23 de abril.

CDMX.- Su sueño era estudiar música en Europa. Amaba su violín y murió aferrado a él en las aguas del Mediterráneo. 

Con tan sólo 22 años, Baris Yazgi, un kurdo originario de Turquía, se embarcó junto con decenas de refugiados más en un bote en el mar Egeo el pasado 23 de abril. Junto con él, murieron otras 16 personas. 

La familia se desmoronó. Su hermano Cengiz se ha dedicado estos últimos meses a contar la historia de Baris, con la esperanza de impedir tragedias similares.

“No sé por qué se subió a ese bote, supongo que ya no tenía esperanzas”, dijo Cengiz al diario británico “The Independent”.

 Baris no llevaba documentos cuando se ahogó. Tras dos días sin noticias de él, y enterarse de que había habido un naufragio, fue Cengiz quien habló a la Guardia Costera. Pero, sin papeles, ¿cómo sabría si su hermano estaba entre las víctimas?.

Entonces recordó el instrumento musical del que Baris no se separaba por nada. “¿Han encontrado un joven con un violín?”, preguntó. Para su pesar, la respuesta fue: “Sí”. “Lo reconocimos con fotos”, dijo Cengiz al diario turco Hürriyet. “Amaba tanto su violín que no quiso dejarlo ir cuando se ahogó”.

Más de 65.6 millones de personas en el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares, el mayor número de refugiados jamás registrado, advirtió este martes Naciones Unidas en el Día Internacional del Refugiado.

Huyen de la guerra, del acoso del crimen organizado, de la pobreza y de la falta de oportunidades. En busca de un futuro digno, corren innumerables peligros.

El Mediterráneo, por poner un ejemplo, se ha convertido en tumba de miles de personas como Baris. 

Este año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la cifra mortal, sólo allí, asciende a mil 985. El año pasado, en el mismo periodo, fueron 2 mil 911.

De cuando en cuando, las tragedias de estos migrantes cobran rostro. Como cuando en 2015 la foto del cuerpo de Aylan Kurdi, el niño kurdo de tres años que apareció ahogado en una playa de Turquía, dio la vuelta al mundo.