El Programa de Acción Diferida para Jóvenes llegados en la Infancia (DACA), la medida propuesta por el ex presidente Barack Obama para proteger a centenares de miles de jóvenes indocumentados en territorio estadounidense, no sufrirá ninguna modificación, informó el gobierno del presidente Donald Trump.

En la última frase del comunicado sobre la rescisión de un programa parecido para padres de jóvenes con DACA, el conocido como DAPA, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunciaba de forma casi escondida que “se mantendrá” sin variación la protección a más de 750 mil jóvenes, conocidos como dreamers.

En los últimos meses se han reportado algunos casos de dreamers arrestados y en proceso de deportación, lo que estaría vulnerando su protección legal. La administración aseguraba en todos los casos que los detenidos tenían algún tipo de delito que les convertía en objetivo de la fuerza migratoria.

La postura del presidente Trump sobre DACA ha evolucionado con el paso del tiempo. En campaña electoral anunció, desde el primer día, que iba a “deshacerse” de DACA.

A medida que se aproximaba a la Casa Blanca suavizó su tono, hasta el punto de reconocer la aportación de esos jóvenes al país y que sería un tema que iba a tratar con “corazón”. El jueves por la noche, el DHS confirmaba que, por el momento, aquellos con DACA no deben sufrir por su estado legal en Estados Unidos.

Precisamente el jueves se cumplió el quinto aniversario de la proclamación de DACA, uno de los pocos éxitos en materia de inmigración que consiguió Obama durante sus ocho años de mandato.