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Papa Francisco desea que Trump sea instrumento de paz
El Papa Francisco le deseó hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pueda ser “instrumento de paz” al regalarle una medalla que muestra a un árbol de olivo quebrado “por la división de la guerra”.
Aproximadamente unos 30 minutos duró la audiencia privada que sostuvieron ambos personajes la mañana de este miércoles en la biblioteca personal del pontífice, ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico del Vaticano.
Al inicio de la conversación, cuando ambos se sentaron frente a un gran escritorio de madera, el Papa le dijo: “¡Bienvenido!” y el mandatario respondió: “Muchas gracias, es un gran honor”. Durante la audiencia se dirigió a su huésped en español, algo que raras veces hace porque normalmente usa el italiano.
Entonces, el líder católico se excusó por no hablar muy bien inglés y por ello necesita un traductor. Trump agradeció y se acercó el traductor del Vaticano, Mark Miles. Inmediatamente después de este breve diálogo se hizo salir a la prensa y ambos quedaron en privado por poco más de 25 minutos, con el intérprete.
Terminada la conversación, se pasó a la presentación de la comitiva estadunidense. Cuando saludó a la primera dama, Melania, Jorge Mario Bergoglio le hizo una broma preguntándole si ya había probado la pizza. Ella, como Ivanka Trump y las mujeres del grupo iban de riguroso negro, con mantilla, como establece el protocolo.
Así, fueron pasando, uno a uno, el esposo de Ivanka Jared Kushner; el general McMaster, asistente del mandatario para asuntos de seguridad nacional; Hope Hicks, directora de Estrategias de Comunicación; Daniel Scavino, director de redes sociales y Gary Cohn, director del Consejo Económico Nacional.
Además de Luis Bono, encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos ante el Vaticano; Dina Powell, otra asistente para temas de seguridad; Keith Schiller, director de operaciones de la Oficina Oval y Alessandra Bonatti, intérprete.
Luego tuvo lugar el intercambio de regalos, en una mesa cercana. Cuando le explicó sus regalos, Trump exclamó: “Este un regalo para usted, es un paquete de libros de Martin Luther King, pienso que les gustarán, espero que sí”.
Francisco obsequió una medalla y se la explicó al presidente, diciéndole que mostraba un árbol de olivo quebrado por “la división de la guerra” pero que se unía en algunas de sus partes. “(Se lo doy) con mis mejores deseos para que usted pueda ser instrumento de paz”, dijo. Trump respondió: “Tenemos necesidad de paz”.
Además, le entregó una copia de su mensaje anual por la Jornada de la Paz, dedicado a la no-violencia como estilo político, y le dijo: “Lo firmé personalmente para usted”.
También le obsequió copias de sus tres documentos pontificios: “uno sobre la familia, uno sobre la alegría del evangelio y otro sobre el cuidado del ambiente”. Se refería a las exhortaciones “Amoris Laetitia” y “Evangelii Gaudium”, y a la encíclica “Laudato Sii”.
Tras ese momento se pasó a una foto del recuerdo de todo el grupo, el Papa le entregó un rosario en mano a cada persona y al final se entretuvo algunos segundos con Trump y Melania, en un diálogo íntimo. Ellos le pidieron al pontífice que les bendijese un objeto que tenía en la mano la primera dama.
Bergoglio los acompañó hasta la puerta, donde se despidió de ambos. Las últimas palabras del presidente fueron “Gracias, gracias, no olvidaré lo que usted me dijo”.
Georg Gaenswein, prefecto de la Casa Pontificia, condujo al presidente a un encuentro –también en privado- con el “número dos” de la Santa Sede, el secretario de Estado Pietro Parolin, quien estaba acompañado por el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Tras ese diálogo, la comitiva tiene previsto un recorrido por la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina.