Nepotismo coahuiltecus style

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Nepotismo coahuiltecus style

El diccionario lo define como: “nombre masculino. Trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos”.

El nepotismo si bien es cierto ha existido a lo largo de la vida política del mundo y de Mexico, en Coahuila ha tenido versiones corregidas y aumentadas precisamente en los Siglos 20 y el actual.
Varios personajes irrumpieron el panorama gubernamental desde el pasado siglo y sus familias siguen enquistadas en la nómina estatal o municipal.

Los descendientes del general Eulalio Gutierrez, presidente fugaz de la República, han sido alcaldes, senadores, diputados locales, federales, delegados, secretarios y hasta gobernadores en un esquema que llega a la sexta generación, que hoy día goza los privilegios del presupuesto.

El sucesor de su hijo en la gubernatura de Coahuila en 1976, resultó un perfil especial en eso del acarreo familiar. La fórmula de gobernar de Óscar Flores Tapia era a través de los hijos y muy nutridos colocados en Obras Publicas, Tesorería, Gobernación, Delegaciones Federales y Notarías.

El dispendio y el influyentismo eran la constante de la administración que terminó 100 días antes del término constitucional bajo la amenaza de llevar su destitución al gran jurado.

Pero otros personajes sí que establecieron una praxis única y es el clan gobernante en los últimos 12 años en esta noble tierra, que ya la secaron y resecaron en todos sus confines.

Humberto Moreira, con las características tipológicas similares a Flores Tapia (dicharachero, buen orador, de humilde cuna e inmerso en el Magisterio), quiso emular el estilo de aquel gobernante estableciendo más que una administración, una patente o dinastía en el poder coahuilense.

Desde inicios de su mandato, el hermano mayor se situó en una subsecretaría de Gobierno a fin de ser el poder tras el trono, dando el visto bueno a las decisiones del menor.

Colocó en fila a todos sus hermanos en la administración pública: Álvaro en el Municipio de Saltillo, Monserrat en el DIF Coahuila, Elisa en la SEDU con los jubilados, Iván en el IECAM junto con la exesposa de su hermano mayor, Carlitos en la Sección V y luego se pasó a la 38 del SNTE, después a sus cuñados y cuñadas como el ingeniero Ricardo Mendoza, segundo exesposo de Elisa, quien era en encargado de tener bien surtido el “harem” en la SEDU para Víctor y Samuel, los sultancillos del régimen, Cecilia la esposa de Iván que actúa como tesorera de la caja grande y la lista sigue.

Después de que Humberto tuvo un instante de lucidez, hace unos meses, reconoció ante Gómez Leyva que no tiene relación política con su hermano Rubén, a pesar de que “yo lo puse como gobernador y lo puse como candidato a diputado federal”.

Y si ésa era la tónica, entonces el ejemplo permea y la actual administración, si es que de esa manera se puede llamar, también tiene sus nepotismos.

David Aguillón es el campeón: un hermano magistrado, otro en Finanzas, su esposa y tres sobrinas; Víctor Zamora, un hermano y seis sobrinas en la nómina; Héctor Franco a su hermano Mario Alberto, los cuñados Chuy Ochoa y Lito Ramos; Olmos a su esposa en Cultura; Hilda Flores a su hermano; Diez de Urdanivia a su hijo en el IEC; Ángeles Errizuriz a su esposo, un hermano y un sobrino; Goyo Pérez a su esposa en la SEDU y a su hermana en Desarrollo Agropecuario, y la lista sigue y sigue.

Llama la atención el aumento del pecunio del clan Moreira Valdez, precisamente a partir del 2005 y que todos pasaran de ocupar modestas casas bajo hipotecas largas a residencias fastuosas pagadas de contado, sobre todo localizadas en Lomas de Lourdes en Saltillo, y se hace sospechoso que el Registro Público de la Propiedad haya atravesado por una crisis informática desde el año pasado, en el que dicen algunos notarios que se utilizaron todas las técnicas conocidas para desaparecer datos comprometedores en las propiedades.

Hoy el clan Moreira Viggiano quiere imponer a un hijo putativo a fin de que cuide sus términos, por lo que es asunto de los coahuilenses hacer que las cosas cambien y para bien. El reloj de la fatalidad corre en retroceso para esos personajes. (Ya es tiempo).

(¿Que tanto estorban los Moreira a los fines de Peña Nieto? Bueno, Rubén no fue invitado a la reunión de gobernadores de hace dias, primera llamada).